5 verdades sobre el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona

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Ya no hay nada que hacer. Seáis o no admiradores de la tecnología móvil (suponemos que sí, más que nada porque estáis leyendo este blog), la semana más intensa de todas las que hay en el calendario está a punto de comenzar. Obviamente, hablamos del Mobile World Congress de Barcelona, ese MWC 2014 que ya ha empezado a quemar los primeros cartuchos. No obstante todas las marcas y fabricantes tratan de acaparar el máximo de atención posible, siendo algo parecido a lo que ocurre en la Navidad: empieza mucho antes de la fecha. Y también trae regalos. Por desgracia, también acaba ocurriendo como en Navidad: hay que conformarse con mirar las fotos o, si hay suerte, con toquetear los móviles en el pertinente stand. Y no es la única verdad como un templo del Mobile World Congress, porque hay unas cuantas más.

¿También estáis nerviosos por la última semana de febrero? ¿Tenéis hechas vuestras apuestas con lo que se va a presentar y lo que no? ¿Os gustaría asistir en primera persona al MWC? Pues hoy vamos a desenmascarar este evento con algunas de las verdades que no muchos conocen, en un intento de añadirle transparencia y algo de humor. ¿Nos acompañáis en este gracioso repaso?

El MWC es un evento que va mucho más allá de los gadgets para frikis

5 verdades sobre el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona

No lo vamos a negar: nos consideramos unos auténticos frikis de los smartphones. Y se tiende a pensar que un evento de estas características, donde están todos los que quieren relacionarse en este mundillo, será un espacio abierto para los que son como nosotros: aquellos que van toqueteando lo último en tecnología mientras hacen fotos para subirlas a Twitter, graban un vídeo con sus primeros análisis o van discutiendo en cada stand sobre si las capas personalizadas son mejores o no que Android Stock. Y nada más lejos de la realidad: la mayor parte de los que asisten al MWC son ejecutivos que van vestidos como ejecutivos, hablan de cosas que sólo entienden los ejecutivos y arrastran su pertinente maletín de ejecutivo. ¿Amantes de los móviles? Son fáciles de distinguir: cámara de fotos en una mano, de vídeo en la otra, mochila más cargada que el plato de Homer Simpson en un buffet libre, vaqueros y zapatillas.

Dormir es de cobardes

5 verdades sobre el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona

Es curioso cómo se extiende el tiempo durante los días en los que tiene lugar el MWC. Hay que madrugar mucho, obviamente: las presentaciones más jugosas suelen ser bien temprano. También por la tarde, lo que acaba llenando la agenda de más citas que las que tiene el mismísimo Barney Stinson en la primera temporada de «Cómo conocí a vuestra madre«. No contentas con eso, las empresas aumentan el tiempo de promoción a la noche, invitando a todos los posible clientes (medios incluidos) a fiestas que acaban a altas horas de la madrugada en las que se puede encontrar casi de todo (creednos, lo hemos visto). ¿Resultado? Una de las semanas más cansadas de todo el año, sino la que más. Aunque tampoco podemos negarlo: es algo que disfrutamos completamente. Lo que no son  fiestas también.

En el Mobile World Congress no se regala nada

5 verdades sobre el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona

Ésta es la cruda realidad. Por más que las marcas están deseosas que se hable de ellas, no van regalando teléfonos a nadie (al menos no si tienes pinta de friki tecnológico, como ya os hemos explicado en el primer punto). Es cierto que ha habido veces que ha caído algo (ese Sony Xperia T del año pasado) y que en muchos stands tienen sorteos con los productos que se muestran, pero lo más normal es salir del congreso con las manos igual de vacías que como se tenían al entrar. Bueno, igual no. Como si todos tuviéramos una especie de síndrome de Diógenes momentáneo, acabamos llenándonos de papeles, bolígrafos, juguetes varios, tarjetas, bolsas en las que metemos más bolsas, mochilas, bolsas cuquis… No saldréis con un móvil del MWC. Pero eso sí: podréis montar tranquilamente una papelería.

Azafatas, azafatas y más azafatas

5 verdades sobre el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona

Entendemos que cualquier producto deba ser enseñado por alguien que conoce cómo funciona y que sepa, sobre todo, trasladar dicha información a la persona que está observando la demostración. Pero… ¿Es necesario que todo ese personal de stand sea mayoritariamente femenino y que esté vestido lo más ligeramente posible de ropa? Se conocen casos de hombres que han ido a preguntar por un móvil concreto y han acabado la demostración sin que pudieran repetir nada de lo que habían escuchado; sólo balbuceaban palabras ininteligibles mientras miraban al infinito con los ojos como platos. Sí: los ejecutivos son mayoritariamente masculinos. Y, por desgracia, se atrae mejor su atención con el sexo contrario. Pero, ¿es necesario realizar bailes en el stand o coreografías de Mira quién baila? ¿Vendemos tecnología o lucimos palmito? Más allá de las bromas, lo cierto es que nos parece bastante sexista. Y eso que nosotros sólo nos fijamos en los móviles…

Cuando se termina se le echa de menos

5 verdades sobre el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona

EL Mobile World Congress provoca una especie de síndrome de Estocolmo. Tanto para los que acudimos al evento como para aquellos que leéis a diario sobre él. Demasiadas noticias, un aluvión de nuevos móviles, todo tipo de gadgets y accesorios, smartwatches… Y uno respira con profundo alivio cuando abandona el recinto el jueves por la tarde, sabiendo que por fin va a descansar más de cuatro horas seguidas. Pero es justo ahí, cuando la Fira de Gran Vía se deja atrás, cuando Barcelona empieza a desdibujarse en el horizonte del paisaje y de nuestro recuerdo… cuando pasamos a echar de menos el Mobile World Congress. Pero no: no volveremos hasta el año que viene. Por suerte y por desgracia, ambos sentimientos confluyen en uno solo.

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