Análisis de Pressy, un botón físico extra con multitud de acciones configurables

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Agosto ya ha quedado atrás; y con él todo el descanso y relax que hemos disfrutado con las vacaciones. ¿Y sabéis cuál ha sido uno de los gadgets que hemos recibido con la vuelta al trabajo? Un botón físico configurable Pressy. ¿Conocíais su existencia? Ya hace tiempo que se presentó en Kickstarter, la plataforma de «crowd founding» líder en conseguir financiación para todo tipo de proyectos. ¿Y qué es lo que prometían sus desarrolladores? Expandir el uso de Android a base de incorporar un nuevo botón al puerto de auriculares. Como todos solemos tener el jack de 3,5 sin usar, ¿por qué no utilizarlo para añadir funciones directas?

Análisis de Pressy, un botón físico extra con multitud de acciones configurables

Pressy aún está disponible de manera muy limitada, debiendo hacer una prereserva en su página web y esperar unas cuantas semanas a que llegue (viene desde Hong Kong). Tiene un precio de unos 25 euros, existiendo muchos otros botones similares por mucho menos dinero (incluso Xiaomi tiene el suyo). El funcionamiento de todos ellos es similar, por lo que podéis tomaros esta review como un análisis genérico a los botones físicos extra que se conectan al puerto de auriculares. Como podréis comprobar, ofrecen un atractivo bastante funciona; aunque también tienen sus inconvenientes, como nos encargaremos de destacar en la siguiente review.

Análisis en vídeo de Pressy

Aquí tenéis al botón físico en cuestión posando para la cámara. Hemos analizado su aspecto, su funcionamiento, la aplicación con la que viene acompañado y su uso habitual, haciendo especial hincapié en la manera de editar los accesos directos. Vamos, que si estáis valorando la compra de un botón Pressy, seguro que os despejamos las dudas. O eso hemos tratado de hacer…

Diseño, materiales y embalaje

Teniendo en cuenta que el botón personalizable Pressy es un gadget reducido a la mínima expresión, tampoco podemos extendernos mucho en este punto. Pero sí que haremos mención a su estupenda presentación: pese a venir en una diminuta caja de cartón, la empresa se las apaña para que las sensaciones con el unboxing sean placenteras. Packaging reducido, lengüeta con la que desprecintar el paquete, el Pressy descansando en un lecho de espuma, instrucciones impresas en el cartón con los códigos QR de acceso a la app y registro… Todo pensado al detalle.

Análisis de Pressy, un botón físico extra con multitud de acciones configurables

Una vez retirado de su embalaje, observamos el diminuto tamaño de Pressy. Con las dimensiones de una clavija de auriculares rematada por un botón en su cabeza, los materiales del dispositivo son metálicos y de buena calidad, aparentando robustez pese a lo pequeño del conjunto. Además, tendremos unas notas de color que podremos elegir al comprarlo, destacando la superficie del botón y los separadores de las conexiones de la clavija. El botón sobresale unos tres milímetros por encima de la superficie del teléfono o tablet que lo lleve insertado. Aunque no podemos decir ni que sea molesto ni que tropiece o se enganche en la ropa si lleváis el móvil en el bolsillo, sí que es cierto que añade una protuberancia con la que deberéis tener más cuidado al usar vuestro Android si lo utilizáis conjuntamente con Pressy.

La aplicación: el complemento imprescindible

Análisis de Pressy, un botón físico extra con multitud de acciones configurables

El botón físico Pressy lo único que hace es añadir el control de auriculares sin que éstos deban estar insertados. Vamos, que Pressy sólo es el botón de «Play/Pause» de cualquier auricular con control de reproducción, por lo que necesita una app que esté continuamente monitorizando los clicks para traducirlos en acciones. Y la aplicación que Pressy brinda con la compra es bastante buena, permitiendo que asignemos funciones a los clicks simples y también cuando mantenemos pulsado. Por lo que el número de combinaciones arroja un total de 14 acciones configurables a editar. Demasiadas para recordarlas todas, por supuesto; por lo que al final acabaremos con tres o cuatro a lo sumo.

La aplicación de Pressy permite un máximo de respuesta ante tres clicks. Simples o manteniendo pulsado el botón, encontrándonos con un problema: no todos los móviles mantendrán compatibilidad con las pulsaciones largas, por lo que puede que no podáis programar más de tres acciones. Algo que nos ha ocurrido a nosotros: por más que al principio funcionaba con el OnePlus One, la app de Pressy ha dejado de registrar las pulsaciones largas. Algo que nos limita mucho la experiencia.

Análisis de Pressy, un botón físico extra con multitud de acciones configurables

Al abrir la caja del Pressy observamos que hay impreso un código de registro con la app. Y esto es así para que no se pueda usar con ninguna copia del botón físico, teniendo acceso a ella sólo comprando su botón. Y siendo muy fácil de usar. Una vez arrancada la app e insertado el botón en los auriculares, la aplicación nos preguntará si lo que hemos introducido es el Pressy o unos auriculares, activándose la escucha en segundo plano de los clicks. Tendremos una pantalla en la que elegir qué hará cada uno dependiendo de la función que activemos (desde abrir una app a apagar el WiFi, por ejemplo) y, después, tendremos que elegir la combinación que hará de gatillo lanzando la ejecución con los clicks. Asignamos un nombre y listo: podemos acumular hasta 14 programaciones, lanzándose independientemente de dónde nos encontremos. Incluso con la pantalla apagada del móvil o tablet si así lo elegimos.

Análisis de Pressy, un botón físico extra con multitud de acciones configurables

No hemos encontrado muchos peros al uso de la app: nos ha funcionado como se esperaba y sin que haya consumido un gasto notorio de la batería a pesar de estar siempre funcionando. Aunque hay algo que sí puede llegar a lastrar: el tiempo de respuesta de la app entre la detección del click y la ejecución de la acción. Nosotros no hemos notado más de uno o dos segundos de lag, pudiendo alargarse en el caso de que la pantalla esté apagada. Aunque hay dispositivos en los que el lag puede convertir al Pressy en un accesorio casi inútil.

Experiencia de uso y opiniones

Rematemos el análisis al botón físico configurable Pressy haciendo referencia a lo que nos ha parecido en el tiempo que llevamos con él. Y hemos de empezar con la constatación de lo que ya intuíamos antes de comprarlo: a pesar de las ventajas que puede aportar gracias a la mayor velocidad y comodidad arrancando las aplicaciones y funciones más habituales, lo cierto es que no siempre solemos acordarnos de que estaban programadas, procediendo de la manera habitual en lugar de apretando el botón. Aunque esto dependerá de cada usuario y de la organización que mantenga en su teléfono o tablet, cumpliendo a la perfección con lo que ofrece sobre el papel.

Análisis de Pressy, un botón físico extra con multitud de acciones configurables

Pressy es muy fácil de programar, de utilizar y de transportar, siendo, como es obvio, muy fácil de perder si se extrae de los auriculares (por suerte incluye un gancho de transporte). También impide que le entre suciedad al interior del jack de 3,5, algo que no resulta desdeñable. Y le da un toque de color al dispositivo que lo lleva gracias a que podremos elegirlo en diversas tonalidades. ¿Contras? El principal es el precio: más de 30 euros con el envío a España. También los lags que pueden afectar a la respuesta. O que no incluya acciones vitales, como el hecho de activar el modo avión con un click. Más allá, podemos decir que se trata de un capricho que, sin embargo, puede resultar útil si realmente le dedicáis tiempo a determinar qué es lo que tiene que hacer realmente. Porque, con el uso que le hemos dado, nosotros estaríamos con la duda de recomendarlo.

Si os ha interesado el botón Pressy y queréis el vuestro, podéis conseguirlo en su página web. Existen otras copias mucho más baratas que funcionan exactamente igual; así como aplicaciones de control similares. ¿Pensáis que le daríais utilidad a un accesorio como éste?

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