Hemos analizado móviles de muchos tipos en el blog pero como siempre decimos a veces miramos demasiado a la gama alta y no vemos que la inmensa mayoría de usuarios buscan terminales muy baratos de gama media, media baja o baja.
Por eso hoy analizamos un móvil android fabricado en China por CoolPad para Vodafone, el Vodafone Smart 4 Turbo, un smartphone de gama baja que tiene como principal característica el poder conectarse a redes 4G y con unas prestaciones interesantes para ser un móvil con un precio aceptablemente contenido.
Vídeo análisis
En este breve vídeo os mostramos cómo es el móvil así como el desempeño en tareas normales como los menús, la navegación o el vídeo:
Construcción
Un móvil de este precio no puede ser medido con la misma vara que usamos para otros smartphones de mayor coste.
La construcción es correcta y los materiales plásticos con los que se ha fabricado son aceptables. Nos ha gustado que la parte trasera no marque demasiado las huellas a la hora de cogerlo y usarlo.
Tenemos que destacar el bitono usado en el móvil, blanco y negro, que hace que sea elegante y llamativo a la vez, algo que no es muy común en las gamas bajas.
Se siente denso en la mano pero no pesado y es que al no ser un dispositivo de gran pantalla aunque el peso sea algo mayor del deseado no nos da la sensación de molestia. Lo mismo sucede con sus dimensiones y es que los marcos son considerables pero al no tener una diagonal desmesurada esto no llega a ser una molestia.
Potencia y prestaciones
La potencia de este móvil sobre el papel es más que aceptable para lo que cuesta y es que para que os hagáis una idea estamos ante un móvil con un procesador de 4 núcleos y 1 GB de RAM, lo que el año pasado nos parecía muy aceptable para la gama media y que aún este año tienen móviles como el Motorola Moto G 2014 que cuesta más que este Smart 4G Turbo.
La memoria interna es de 4 GB, algo escasa aunque siempre podemos ampliarla mediante tarjetas microSD de hasta 32 GB.
Además la conectividad de este terminal es algo también valorable y es que no sólo tiene LTE para conectarse a redes 4G como hemos comentado sino que también cuenta con NFC, el protocolo de comunicación que permite, por ejemplo, pagar con el móvil.
La batería, algo justa, cuenta con 1880 mAh siendo adecuada para que podamos tener un día de uso tranquilo.
Pantalla
La pantalla es uno de los aspectos que menos nos ha gustado y es que aunque la diagonal elegida es un acierto, de 4.5”, la resolución es de sólo 854×480 píxeles, no llegando ni a qHD, mucho menos a los 1280×720 que por ejemplo tenía el Moto G 2013 con la misma diagonal.
Además los ángulos de visión y la calidad no son muy elevados y aunque es cierto que puede que el perfil de usuario de este móvil no valore tanto estos aspectos sí que el que exija un poco más lo notará enseguida.
Cámara
A la cámara le sucede algo similar a lo que hemos comentado en la pantalla. Tiene una resolución de 5 MPx pero es la calidad de la misma y no el tamaño de las imágenes, lo que nos ha dejado algo fríos. Nos ha recordado a la del Moto G 2013, nada que ver con la del Motorola de este año.
Interfaz y Aplicaciones preinstaladas
Un aspecto positivo de este modelo es que Vodafone no ha introducido grandes cambios en su interfaz aunque sí multitud de aplicaciones que serán pocos los que usen aunque tenemos que considerar que el bajo precio de estos dispositivos se justifican en parte por el intento de la operadora de generar uso en estas aplicaciones.
La versión de Android es la 4.4.2 Kit Kat, una de las últimas, aunque no apostaríamos mucho por su actualización a Android 5.0 Lollipop.
Conclusión
Siempre intentamos tener en cuenta el precio de un dispositivo a la hora de dar una valoración o conclusión pero en este caso esta idea es obligada ya que el principal valor de este móvil es ese, poco más de 100 euros en prepago.
Es obvio que no es un móvil adecuado para ese usuario que quiere potencia, que valora el diseño o que usa de forma muy intensiva su móvil pero sí que lo vemos en manos de aquellos que quieren usar el móvil para pocas cosas aunque de forma constante como redes sociales, WhatsApp y Youtube.
¿Merece la pena? Hay situaciones en las que sí, pero Vodafone debería ver que la competencia aprieta incluso en este segmento y debería reenfocar su política de aplicaciones y servicios hacia algo que aporte más utilidad que molestia.
