Android Lollipop y la cima de un sistema operativo

Estos días estamos viendo como el Moto G 2014 ha tomado el testigo de los Nexus y ha conseguido actualizar a Lollipop antes que la versión 4 y 5 de los mismos, lo que habla y muy bien del trabajo que han realizado los americanos, ahora pertenecientes a Lenovo. Antes de ayer salió la Factory Image del Nexus 4 y los usuarios de estos terminales ya pueden disfrutar del nuevo sistema operativo aunque para eliminar la nefasta banda negra inferior se debe estar en modo inmersivo.

Hace mucho tiempo, por no decir que nunca, que no había tanta ganas de actualizar en Android a la siguiente versión. Si bien el primer cambio brusco se produjo en Ice Cream Sandwich, la verdadera revolución se ha producido en Lollipop con una interfaz mucho más lograda y bonita y unas funcionalidades intactas que siguen otorgando a Android el título de la versatilidad pese a la mutación de iOS 8. Android Lollipop es la cima de muchos años de escalada por parte de Google y pese a que faltan por mejorar algunas cosas, ahora mismo es el sistema más estable del mercado, dejando a un lado lo de mejor.

Como ya sabéis, escribo en otras secciones del grupo Bemoob en las que hablamos del iPhone o del iPad y si, en casa tengo tanto un iPhone 6 como un Galaxy Note 3, dos dispositivos diferentes que reflejan perfectamente como soy, alguien que no se conforma ni se casa con nadie. Me encantaban ambos sistemas, aunque es cierto que en un pasado Android me parecía estéticamente reprobable, ahora hemos llegado a un punto en el que la decisión entre ambos es mucho más complicada. Bendita dificultad.

Mis compañeros de FAQsAndroid os han venido contando a lo largo de los años todas las novedades y entresijos y a través de ese prisma hemos podido ver la evolución, no tenéis más que echar un vistazo al historial de los post o al canal de Youtube. Después de echar la vista atrás solo 3 años da hasta vértigo ver el cambio que ha sufrido Android a través de los años, sobre todo en 3 puntos que me gustaría recalcar:

• Cambios a nivel interno, como pasó con Project Butter en 4.1 o ha pasado con Project Volta en 2014. Todo en busca de una eficiencia y una eficacia de la que ha adolecido desde el principio.
• Cambios en el diseño y la paleta de colores que tiene Android. Esto es algo que aplaudo terriblemente, Google ha sabido imprimir un carácter muy marcado al sistema y además, con Material Design, le ha dotado de una consistencia de la que les va a costar a los demás arrebatar.
• Cambiar Dalvik por ART. Todos sabemos que Android funciona sobre una máquina virtual pero los de Mountain View se están encargado de que nos olvidemos de todo eso gracias a una optimización que ya en Kit Kat en versión stock iba realmente bien.

Desde mi punta de vista, ya Android 4.4 era una piedra importante de toque que han sabido actualizar sin estridencias. Pese a que funcionara muy bien, se necesitaba un lavado de imagen que separara la nueva etapa de optimización, de Android One y del nuevo equipo de Pichai y la vieja era de Ice Cream Sanwich y los tonos oscuros del sistema.

Tenemos muchas ganas de ver con que nos sorprende Google en próximas versiones pero desde luego estamos plenamente satisfechos y convencidos de que vamos a disfrutar de un entorno mucho más agradable y eficiente durante los próximos años. Personalmente pienso actualizar mi Moto G 2013 en cuanto tenga la ocasión para disfrutar la experiencia que nos ofrece el gigante de las búsquedas.

Y vosotros, ¿Pensáis que Google ha tocado techo con Lollipop?