Cada día queda más patente que para sobrevivir en el mercado de los productos digitales has de tener al menos una de las dos siguientes cualidades: tener un producto innovador y diferenciado o tener buen músculo financiero. Con la primera de ellas será más difícil que te crezca competencia en un sector como es el digital, cada vez más saturado. Con la segunda de ellas podrás resistir y asfixiar a tus rivales, esos que ven el fondo del bolsillo mucho antes que tú y que, por tanto, dejan pronto de ser competencia. Ése puede ser el caso que se está viviendo en estos momentos en el streaming de música e incluso en el audiovisual. Con su nueva oferta familiar, Google Play Music se equipara a Apple Music y ambas dejan a Spotify, la única con un 100% de ingresos en su sector, prácticamente contra las cuerdas. Cada vez más en entredicho por los repartos de beneficios, la más popular debe reaccionar para no ser pronto la última.
Spotify, sin la diversificación de ingresos de Apple y Google, en desventaja
Google Play Music juega con su integración con Youtube y un servicio, Music Key, que permite sin pagar un solo euro más ver videoclips sin publicidad. Apple Music con la integración con sus servicios, Apple Watch incluido, y con un acercamiento más profundo al artista gracias a Connect. Spotify, limitado únicamente al audio, salvo futuros movimientos de la empresa, necesita reaccionar pues, con salvedades, todas aportan lo mismo pero no al mismo precio. No nos engañemos, al mismo precio en cuanto a suscripciones individuales pero la variable grupal, la familiar, está bastante inclinada hacia la competencia de un Spotify que necesita moverse rápido y bien.
Si nos atenemos a los precios de suscripciones individuales, poco o nada cambia entre los tres sujetos que estamos analizando en estos momentos:
- Apple Music: 9,99 euros al mes.
- Google Play Music: 9,99 euros al mes (salvo oferta inicial de 8 dólares para toda la vida, ya extinta)
- Spotify: 4,99 euros al mes con Unlimited, 9,99 euros al mes con Premium.
El problema viene cuando pensamos en tener una cuenta grupal con los amigos, o cuando pensamos extender nuestra suscripción al resto de la familia. Aquí es donde Apple y Google tienen en estos momentos las de ganar pues no comen al 100% de sus ingresos por suscripciones musicales sino que ven este negocio como un complemento.
En el caso de Apple, se trata de vender más terminales y por ello Apple Music es más completo si tienes un dispositivo de la compañía, la integración es más profunda y satisfactoria. En el caso de Google, Google Play Music es un complemento a Google Movies, a Youtube, al propio Android, y la G de Alphabet obtiene beneficios de muchos otros pedazos de la tarta tecnológica. Eso les permite llevar al límite los precios de unas suscripciones que, como ya se está demostrando en el caso de Spotify, no producen lo que requiere la industria o el artista. O quizá es que simplemente haya llegado el momento de cambiar el modelo de negocio. Spotify, además, cuenta con la limitación de que su actual plan familiar, desfasado en precio, sólo permite 5 miembros frente a los 6 de su competencia más directa.
Para verlo más claramente, mostremos cuánto pagaríamos por cada número de miembros de nuestra suscripción familiar. Considerando, eso sí, el plan Premium, el más costoso y que nos permite escuchar música en nuestro smartphone, que para eso estamos en una web que habla sobre teléfonos móviles.
¿Cuánto le cuesta a «mi familia» tener una suscripción musical mensual?
- Un sólo usuario:
- AM: 9,99 euros – GPM: 9,99 euros – Spotify: 9,99 euros.
- Dos usuarios:
- AM: 14,99 euros – GPM: 14,99 euros – Spotify: 14,99 euros.
- Tres usuarios:
- AM: 14,99 euros – GPM: 14,99 euros – Spotify: 19,99 euros.
- Cuatro usuarios:
- AM: 14,99 euros – GPM: 14,99 euros – Spotify: 24,99 euros.
- Cinco usuarios:
- AM: 14,99 euros – GPM: 14,99 euros – Spotify: 29,99 euros.
- Seis usuarios:
- AM: 14,99 euros – GPM: 14,99 euros – Spotify: no disponible.
Las reglas han cambiado y la oferta de Spotify ya no es suficiente
Como vemos, a medida que aumenta el grupo familiar, Spotify empieza a perder fuerza y finalmente queda completamente fuera de la ecuación, fuera de juego. Puede que sumar 5 euros a cada suscripción extra funcionase en un principio pero ahora las reglas han cambiado y toca apretarse el cinturón. La migración de listas es suficientemente engorrosa para frenar el cambio de muchos usuarios pero el sobrecoste mensual puede pasarles factura. La pregunta que toca hacerse es, ¿puede Spotify sobrevivir reduciendo sus planes familiares o le toca rendirse? Veremos los próximos movimientos de la compañía pero con este gesto, y pese a que los planes familiares siguen siendo marginales en comparación con las suscripciones individuales, están completamente acorralados.
Tocará valorar qué hacer pero una cosa debe estar siempre presente: tanto Apple como Google tienen fondos casi ilimitados para resistir el tiempo que haga falta, Spotify no.
