Consideraciones generales antes de rootear

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Asumiendo que disponemos de un dispositivo Android relativamente nuevo y que el fabricante del mismo aún realiza actualizaciones periódicas de su software, es muy probable que nos encontremos ante el dilema de elegir entre mantener la ROM de origen del dispositivo, rootear la mencionada ROM o directamente actualizar a una de las muchas ROMs cocinadas que circulan por los foros.

Cada una de estas opciones presenta ventajas e inconvenientes, por lo que la elección de una de ellas no debería ser tomada a la ligera ya que, en determinadas condiciones, no será posible volver a la situación inicial en caso de necesidad (por ejemplo ante un eventual problema que requiera enviar el teléfono al Servicio Oficial del fabricante).

No rootear el dispositivo

Esta es, sin duda, la mejor opción para la mayoría de usuarios.

De hecho, si sólo usas tu smartphone para telefonear, acceder a la web, escuchar música o enviar y recibir mensajes y whatsapp, lo más probable es que no debas ni siquiera plantearte la posibilidad de rootear, lo que te permitirá mantener intacta la garantía de tu dispositivo y recibir actualizaciones vía OTA por parte del fabricante.

Por contra, no podrás eliminar el bloatware, que son aquellos programas que incluyen el fabricante o el operador de telefonía, que seguramente no necesitas, y que en ciertos casos ralentizan el dispositivo.

Además, en la mayor parte de los casos no será posible eliminar la capa de personalización del operador de telefonía.

Banner con una CPU Android

Rootear el dispositivo manteniendo la ROM de origen

El rooteo es una técnica que permite ejecutar determinados programas con privilegios especiales, lo que permite al usuario modificar diversos parámetros de configuración que no sería posible cambiar a través de la interfaz de Android, así como eliminar archivos y programas de la partición de sistema.

Una vez rooteado, es posible eliminar manualmente las aplicaciones que no utilicemos, lo que liberará espacio físico en nuestro dispositivo y, muy probablemente, también memoria RAM, si bien perderemos la capacidad de recibir actualizaciones directas por parte del fabricante.

El rooteo es un proceso que se realiza con relativa facilidad. De hecho, suelen existir aplicaciones del tipo root-en-un-click para los modelos más populares. Pese a todo, la mayor parte de los fabricantes invalidan la garantía del dispositivo si detectan que el terminal ha sido rooteado, por lo que deberemos devolver el dispositivo a su estado inicial antes de enviarlo al Servicio Técnico, algo que no siempre es posible, como ya hemos indicado.

Actualizar a una ROM cocinada basada en el desarrollo oficial

Las ROMs basadas en el desarrollo oficial (TWLauncher en el caso de Samsung, Sense en el caso de HTC, etc) son la solución perfecta para aquellos usuarios que desean disfrutar de las ventajas de ser root en sus dispositivos pero desean mantener la estabilidad y características principales de las ROMs originales.

En general, las ROMs basadas en los desarrollos oficiales no se diferencian demasiado de las ROMs en las que se basan, si bien suelen eliminar el bloatware, así como incluir ciertas optimizaciones que pueden mejorar el rendimiento general.

Además, este tipo de ROMs permite disfrutar de las nuevas versiones de Android incluso antes de que se puedan descargar de forma oficial, lo que permite acceder a nuevas funcionalidades o corregir bugs.

Actualizar a una ROM cocinada no basada en el desarrollo oficial

Este tipo de ROMs presentan una interfaz bastante diferente a la oficial y generalmente se basan en el estándar AOSP, si bien también existen otras como por ejemplo MIUI que implementan su propia interface.

Recovery de Android

Estas ROMs, que pueden basarse en el código oficial de Google o bien ser ports de ROMs de otros dispositivos, suelen incorporar algún elemento que no acaba de funcionar de forma correcta, si bien son la única vía de actualización una vez que el fabricante ha descatalogado el dispositivo, algo que suele pasar cada vez con mayor rapidez.

Y tú, ¿nos cuentas en qué grupo te incluyes?

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