Los terminales chinos empiezan a romper la baraja

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Se veía venir, aunque ni tan pronto ni tan fuerte. Los terminales chinos llevan ya mucho tiempo entre nosotros, quizás desde el principio sin que nos diéramos cuenta,  pero ahora han llegado para quedarse en nuestros bolsillos. Antes, cuando hablabamos de un terminal proveniente de China nos venía a la cabeza un dispositivo muy limitado, con especificaciones infladas por componentes de dudoso rendimiento  y muy buenas palabras, sin embargo, hoy en día tenemos alternativas que ponen en jaque fácilmente a los tope de gama de cualquier multinacional.

En año 2013 ha sido el de la expansión entre los early adopters de estos terminales, cada vez con más calidad, mejores optimizaciones y componentes muy avanzados. Lo más curioso es que incluso se ha llegado a crear hype, insólito pensar esto hace un par de años, veremos si continúa su avance hasta el gran público.

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Es muy difícil que algún día este tipo de teléfonos aparezcan en estadísticas de venta, en cuotas de mercado o similar, dado que su volumen aún es muy pequeño, pero démosle tiempo. Os vamos a explicar las razones de porque estos terminales no estarán en el top de ventas nacionales del gran público pero sí en el top de ventas de las personas más geek o relacionadas con la tecnología:

  • Operadoras. Como no, estos magníficos terminales no son subvencionados y por tanto no todo el mundo está dispuesto a pagar por ellos el precio libre. Si encima le añadimos que la garantía también es dudosa, descartado totalmente.
  • Patentes. Muchos de estos terminales, como los de Mi, antes Xiaomi, infringen patentes de otros fabricantes con la excusa de que no salen de China oficialmente. Si llegaran aquí deberían regirse a unas normas que no podrían cumplir y por tanto, no hay posibilidad ninguna de su adopción masiva, por ahora.
  • «Yo soy más listo que tú». Esto es muy coloquial, la típica frase de un familiar que le han regalado un móvil de 7oo euros con su tarifa de 70 euros al mes durante dos años, mientras que tú pagas 350 euros de una vez. Ver algo así con un terminal chino es imposible, ya que su fórmula de pago es al contado, impensable para muchos en nuestro país.

Sin embargo está pasando algo curioso y es que el mercado cada vez está más comprimido entre las marcas clásicas y las nuevas asiáticas. Antes era solo por el precio pero ahora nos encontramos con compañías dispuestas a poner toda la carne en el asador y competir con los principales fabricantes del mundo. No les falta dinero, ganas, personal cualificado ni mercado para poder introducirse en el nicho que supone la venta de smartphones, además lo hacen por la única entrada posible actualmente, la misma que utilizó Motorola con el Moto G: ofrecer un terminal excelente a precio irrisorio.

Podemos encontrar varios terminales chinos en el mercado que podrían batir perfectamente a cualquier gama alta actual, como por ejemplo:

  • Vivo XShot. La opción más cara entre los asiáticos.
  • Meizu MX3. A la espera del MX4, este terminal ofrece todo lo que puedas imaginar, unido a su interfaz, Flyme 3.0, que es una de las mejores capas de personalización que hemos podido ver en Android.
  • Xiaomi Mi4. Después del éxito del Mi3, faltaban por mejorar algunos aspectos que no estaban del todo finos, como su diseño. En esta versión, con una pantalla similar pero en un físico más optimizado, los discípulos de Hugo Barra han sacado al mercado un terminal espectacular, con lo último en hardware y una interfaz muy iOS 7. Nada que envidiar a nadie por un precio muy equilibrado.
  • One Plus One. El rey de todo esto, el terminal de Android que más hype ha generado desde nunca. Todo un super deportivo a precio de 600.

Antes, cuando la calidad de los dispositivos era menor, no nos compensaba comprar un terminal  asiático, sin embargo, los chinos han aprendido que apostando por calidad y márgenes de beneficio algo más reducidos, puede romper los mercados europeo y americano. Si logran solventar los problemas de patentes y consiguen la ansiada por todos expansión internacional no hay que quitar ojo a estos fabricantes.

Con el tiempo esperamos una competitividad sana entre los clásicos y los recién llegados. Para los que aún no saben de que hablamos al comparar éstos con un gama actual, os dejamos con nuestro análisis de uno de los protagonitas, el One Plus One.

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