Si nos fijamos en los modelos de teléfonos con Android, saltan a primera vista las ansias de continuidad de los distintos fabricantes. Porque aquí todos siguen una máxima: si algo va bien es mejor que no lo toques. O tócalo lo menos posible, como hemos ido descubriendo este año con gamas como la de HTC con su One o Samsung con su Galaxy S6. Aunque, si nos fijamos en esta última línea de móviles… Lo cierto es que no podríamos negar que el fabricante haya arriesgado, encontrándonos con el mayor cambio estético dentro de un salto generacional.

Evolución de los Samsung Galaxy S

El Samsung Galaxy S6 supone una buena evolución con respecto al anterior Samsung Galaxy S5, sobre todo a nivel de cambios estéticos. Y con los materiales, dando la mayor sensación de calidad en la mano de todos los Galaxy S que hemos probado. Y los hemos tenido todos, por lo que podríamos plasmar perfectamente su evolución tanto en sensaciones como experiencia de uso. De hecho, a eso nos vamos a dedicar en este post.

Si pusiéramos frente a frente un Samsung Galaxy S y un Samsung Galaxy S6 lo único que apreciaríamos similar sería el hecho de tener pantalla táctil, los dos botones capacitivos de control junto con el central mecánico, ambos integrarían una versión de Android y, como es lógico, el logotipo de Samsung. Y casi que podríamos parar de contar: el Samsung Galaxy S quedaría al nivel de la gama baja en comparación. Sin que deje de ser buen teléfono, que aún seguiría funcionando sin mayores problemas. Bueno, a su nivel, por supuesto.

Evolución Android: del Samsung Galaxy S original al Samsung Galaxy S6 y S6 Edge

Más allá de enfrentar al más nuevo contra al más veterano, cada modelo concreto tuvo sus peculiaridades, tanto positivas como negativas. ¿Queréis conocerlas? Veamos los diferentes Galaxy S en profundidad.

Samsung Galaxy S: el «original»

Samsung Galaxy S: el "original"

Si algo le podemos elogiar a Samsung es el hecho de hacer de Android un sistema operativo móvil apto para teléfonos dirigidos a cualquier usuario; añadiendo además distinción, diseño y clase a sus propuestas. ¿Recordáis cómo eran los Android antes de la aparición del Samsung Galaxy S? Nosotros sí: eran móviles con cierto aire de «experimento» que estaban casi restringidos a aquellos geeks que teníamos interés en probar experiencias diferentes. Porque no lo olvidemos: el patrón de smartphone era el iPhone; y ningún Android podía alcanzarle en términos de atractivo, interfaz, uso y experiencia. Hasta que llegó el Samsung Galaxy S.

Antes del Samsung Galaxy S los Android eran toscos, sólo para geeks y algo complicados de usar.

No se le puede negar la inspiración a la primera versión de la saga Galaxy S, consiguiendo un teléfono que daba verdadero gusto utilizar. Pantalla AMOLED como seña de identidad, panel de unas generosas dimensiones ya para la época (4 pulgadas y 480×800 píxeles de resolución), buena potencia y extrema ligereza, interfaz TouchWiz que aportaba un aire moderno a Android Froyo y que también marcaría el camino de Samsung dentro de los launchers… Y un punto del que todos los usuarios se quejaron: la escasa duración de la batería. Algo en lo que se ha ido mejorando con sucesivas versiones, aunque quizá no al nivel que deberían.

El Samsung Galaxy S daba gusto verlo, quienes lo tenían en su poder alardeaban de teléfono y de prestaciones. Y fue uno de los modelos que marcó la línea a seguir dentro de Android, iniciando una gama que ha dado tanto críticas positivas como negativas. Desde nuestro punto de vista, Android no sería Android sin los Samsung Galaxy; y eso es algo que debemos alabarle a Samsung.

Samsung Galaxy S2: el superventas (febrero 2011)

Samsung Galaxy S2

A nivel particular, fue el primer Samsung Galaxy que utilicé como móvil personal. Y me impresionó ya desde el primer momento que tuve el placer de sostenerlo: en el stand de Samsung dentro del MWC pertinente, la ligereza, diseño y calidad de la pantalla eran sobresalientes. Y ocurrió lo que tenía que ocurrir: el Samsung Galaxy S2 se convirtió en un auténtico superventas, marcando el verdadero punto de inflexión en la gama. Incluso me atrevería a decir que este modelo se podría considerar como el primero en importancia dentro de Android, consiguiendo que el fabricante se convirtiera en una marca líder dentro del segmento de smartphones.

La ligereza era lo que primero llamaba la atención del Samsung Galaxy S2, disponiendo de una delgadez insólita que sólo aumentaba en la zona baja del altavoz. Super AMOLED y 4.3 pulgadas con resolución de 480×800 píxeles, procesador de doble núcleos Exynos, Gingerbread para la base de sistema operativo… Y sí; TouchWiz como capa superpuesta. Aunque aquí estaremos todos de acuerdo si decimos que TouchWiz no tenía detractores dada la clara mejora con respecto a la interfaz Android nativa, incorporando personalidad y funciones añadidas que le sentaban bien. Vamos, que el Samsung Galaxy S2 fue un acierto en toda regla, quedando como una de las insignias de la marca.

El Samsung Galaxy S2 ha sido uno de mis mejores teléfonos. Y mi colección es verdaderamente amplia…

La batería también se resentía en este modelo si hablamos de los principales inconvenientes, paliándose en gran medida con la batería ampliada que vendía aparte Samsung (además de que igualaba toda la parte posterior consiguiendo que el Samsung Galaxy S2 fuese bastante más ergonómico). Personalmente, diría que ha sido uno de mis mejores teléfonos, habiéndolo tenido durante todo el año pertinente hasta que apareció el…

Samsung Galaxy S3: engorde de software (mayo 2012)

Samsung Galaxy S3

El Samsung Galaxy S2 no supuso una excesiva ruptura en cuestión de diseño, manteniéndose los bordes y líneas rectas junto a las esquinas redondeadas; dejando el resto del teléfono con un aspecto bastante sencillo y definido. Pero esto cambió con el Samsung Galaxy S3, iniciando el ansia de la marca por combinar tipos de plástico para dar la apariencia de mayor lujo. Diseño más pulido con la parte trasera redondeada, borde con apariencia de metal… Y un diseño que marcaría todo el catálogo de teléfonos de Samsung para el año 2012, considerándose casi todos como mini S3 (en cuestión de diseño, que las cosas eran diferentes en el hardware). Pero ¿qué tal se comportaba?

Tuve este teléfono y, precisamente, fue el primero que analicé con su review en vídeo (casi 2 millones de reproducciones lleva ya en YouTube, y eso que es bastante mejorable), coincidiendo en que se trataba de un excelente móvil que perdía parte del encanto por la innovación. De hecho, se mostraba exageradamente continuista con el modelo anterior incluso observando su ruptura en diseño, apostando por una pantalla Super AMOLED HD (720×1280 píxeles) que iniciaba el ascenso de los gamas alta en tamaño de pantalla: el S3 venía con una «gigantesca» pantalla de 4.8 pulgadas. Procesador de cuatro núcleos que seguía manteniendo a Exynos como chip predominante para la expansión internacional del modelo, una muy buena cámara posterior con la inclusión de la cámara delantera (8 y 1,9 mpx respectivamente) y con 2 GB de memoria RAM que ya anticipaban un problema: el peso del software era tal que la memoria permanecía casi constantemente ocupada.

El Samsung Galaxy S3 inició el ansia de la marca por el engorde artificial de software. LagWich, el apodo se lo ganó a pulso.

Ya sabemos que la gestión de memoria en Android es bastante buena, pero Samsung se pasó con el software del Samsung Galaxy S3; y dio pie a su sambenito particular: «lagwich» o interfaz con lags. S-Voice, Samsung Apps, gestores de descarga… y un sinfín de aplicaciones residentes más que daban al traste en muchas ocasiones con la mejor experiencia de uso. Aunque, aun así, el Samsung Galaxy S3 era un muy buen teléfono, cosechando en su momento generosas ventas y siendo el abanderado de los Juegos Olímpicos de Londres del 2012. Casi nada.

Samsung Galaxy S4: más sensores, es la guerra (marzo 2013)

Samsung Galaxy S4

Samsung ya era todo un estándar dentro de la gama alta en Android, habiendo conseguido una legión de fans con sus tres primeras ediciones del Samsung Galaxy S. También había cosechado numerosos detractores, como es lógico, encontrándose con que debía apostar de nuevo por la sorpresa. De hecho, el Samsung Galaxy S4 tampoco se presentó en el MWC pertinente (igual que ocurrió con el S3), realizándose dicha presentación en el famoso Unpacked de Nueva York. Más de una hora y media de «fastuoso» espectáculo en el que se explicó uno a uno cada nuevo elemento, quedando en entredicho la ligereza del sistema: el Samsung Galaxy S4 era capaz hasta de tomar la temperatura y la humedad. Y a todos nos asaltó la duda: ¿para qué tanto sensor?

Con una apuesta clara hacia el segmento de la salud, el Samsung Galaxy S4 rompió con el diseño de la anterior línea volviendo al aspecto sencillo y recto del Samsung Galaxy S original, apostando por un elemento que repetiría posteriormente en el S5 (aunque llevándolo al extremo): la banda en apariencia metálica para todo el borde. Compacto «as usual», plástico también «as usual», muy ligero, pantalla que se estancaba en las ya clásicas cinco pulgadas de la gama alta, Super AMOLED y Full HD para los datos técnicos con el temido «pentile» en el patrón de píxeles, estreno de Qualcomm como procesador para el modelo internacional integrando un Snapdragon 600 con cuatro núcleos y 1,9 GHz de velocidad por núcleo (también existe la versión con Exynos Octacore), 2 GB de memoria RAM con el temido TouchWiz devorándola… Y capacidad máxima de almacenamiento interno que ascendía hasta los 64 GB; además de venir oficialmente con 4G LTE (no en modelos aparte como en versiones anteriores).

El Samsung Galaxy S4 inició la apuesta seria de los móviles por la salud. Algo que se ha ido contagiando a muchos otros modelos.

En cuestión de software, tenemos a Android Jelly Bean 4.2.2 como base del sistema, apoyándose en TouchWiz y la pléyade de apps, servicios y ajustes. Con aplicaciones heredadas del mismísimo Samsung Galaxy Note 2, estableciéndose a medio camino del público más exigente con el entorno de trabajo. Sobre todo con el lanzamiento de Knox junto al Note 3, que llegó al Galaxy S4 cuando se actualizó a Android Kitkat.

Samsung Galaxy S5: el «batacazo» (febrero 2014)

Samsung Galaxy S5

Presentación en el MWC justo el primer día de congreso, evento multitudinario pero más contenido que el del S4, cargado de sensores y tremendamente continuista con respecto al modelo anterior… Y, por primera vez, heredando el diseño del Samsung Galaxy Note 3 con su cara posterior en aspecto de símil piel. Aunque la banda en apariencia de metal para todo el borde afeaba bastante el conjunto, acumulando tal cantidad de críticas que hasta el jefe de diseño del modelo tuvo que dimitir. Y no me extraña: personalmente, encuentro que no era ni útil ni bonita. Además de que resultaba horroroso deslizar el dedo desde el borde de la pantalla…

La banda de plástico en color metalizado del Samsung Galaxy S5 es lo más anti estético que ha visto un móvil de gama alta.

Dejemos las críticas al diseño aparte (la resistencia al polvo y al agua fue un acierto) y centrémonos en las características. Y aquí tampoco se apreciaban excesivos cambios: 5.1 pulgadas con resolución Full HD y panel Super AMOLED, procesador Qualcomm Snapdragon 801 a 2,5 GHz y cuatro núcleos, 2 GB de memoria RAM, 16 y 32 Gb de almacenamiento interno… Y la inclusión del sensor de ritmo cardíaco, completando el empeño por la salud que ya había iniciado S-Health en el Samsung Galaxy S4. Vamos, que poco había que rebatirle en términos de hardware; aunque sí que se encontró algo que acabó dilapidando gran parte de la experiencia de uso: la pantalla Super AMOLED resultaba casi inutilizable a plena luz del día.

He subtitulado esta sección como «el batacazo» porque es lo que le ocurrió a Samsung con el Samsung Galaxy S5: el descenso en ventas ha sido notable para una marca acostumbrada a los fastuosos beneficios. Uno de los modelos menos vendidos de la saga, críticas a su diseño, menosprecio a la tan exagerada inclusión de sensores… Samsung necesitaba un revulsivo para su tope de gama, por lo que se puso manos a la obra con la tarea. ¿Y cuál es uno de los motivos por los que se ha criticado siempre al tope de catálogo? Además de TouchWiz, claro. Sí, todos lo tenemos claro:

Samsung Galaxy S6: la revolución de metal (marzo 2015)

Samsung Galaxy S6

Aún no puedo juzgar este modelo profundamente porque no he tenido la oportunidad de utilizarlo a fondo, pero sí que puedo transcribir las sensaciones que me ha dado después del tiempo que he pasado con él. Y me centraré en lo que tienen en común tanto el S6 como su hermano S6 Edge, dejando de lado las curvas del segundo. ¿Y sabéis qué? Apuesto a que los mayores detractores de Samsung tendrán que replantearse los motivos principales para criticarla.

El Samsung Galaxy S6 es notable en todos sus aspectos. Y sobresaliente en aquello que cojeaban sus hermanos.

Lo primero que uno se lleva tras tocarlo por primera vez es esa sensación fría de que se está delante de un móvil «premium». Y esto lo entrecomillo porque el metal no otorga calidad por sí solo, pero sí que puedo decir que al Samsung Galaxy S6 le sienta genial el aluminio con el que se fabrica su cuerpo. ¿Se parece al iPhone 6? Pues no voy a negarlo, porque lo cierto es que mantiene un aire. Pero lo que sí que puedo afirmar es que no creo que la copia sea intencionada, entrando dentro de la línea curvada de metal que también tiene el Sony Xperia Z3, por poner otro ejemplo. ¿Y de potencia? Nada que reprocharle: la sensación de fluidez y prestaciones es envidiable, no habiendo notado ni retroceso ni lags. Además de que el lanzamiento tan rápido de la cámara es un auténtico gustazo.

5.1 pulgadas Super AMOLED con resolución 2K (1440×2560 píxeles y 577 dpi), procesador Exynos para el modelo internacional con el nuevo chip Octacore de 14 nanómetros, 3 Gb de memoria RAM DDR4 ultrarápida, 32 GB de almacenamiento interno mínimos con opción a 64 y 128 GB, una autonomía de la que el fabricante alardea… Y, por primera vez desde el Samsung Galaxy S3, los surcoreanos aligeran la carga de software disminuyendo las aplicaciones propias integradas. Aunque TouchWiz sigue estando en primera línea con su más que reconocible estilo…

Como veis en la infografía, y en todo el análisis que he realizado en base a mi propia experiencia con la gama Galaxy S, la evolución dentro del catálogo de Samsung ha sido notable. Quizá se haya quedado corta en según qué saltos generacionales, pero, en su conjunto, puedo decir que se nota claramente el esfuerzo por mantenerse en lo alto adaptándose a los gustos de los usuarios. Aunque el precio quizá no se mantenga a la altura de esos gustos, partiendo cada modelo desde un listón excesivamente alto. ¿Cuánto tardará en descender de precio el Samsung Galaxy S6? Sólo el tiempo lo dirá.

4 comentarios

  1. Para mí el mejor omitiendo a los últimos modelos fue el Galaxy S2 y ese fue mi último Samsung hasta la fecha. Creo que con el S6 lo han hecho bien después de muchos años. Habrá que ver como se comportan las ventas, pero tiene buena pinta para los Coreanos.

  2. Vaya, yo iba a venir de original diciendo que el mejor Samsung ha sido el Samsung Galaxy S2 y veo que de original poco… espero que el S6 sea ese móvil que todos deseamos tener. Lo único que me da miedo es la resistencia a caídas.

  3. Galaxy S2 sin duda, marco un antes y un después. A día de hoy sigue conmigo, muy satisfecho. No se si volveré a tener otro smartphone…….

Dejar respuesta