Los fabricantes menos conocidos suelen apoyarse en modelos populares para lanzar algunas propuestas orientadas a los que buscan una estética concreta pero no quieren, o pueden, gastarse mucho dinero.
Hace unas semanas probamos el Bluboo S8, un dispositivo claramente inspirado en el Samsung Galaxy S8 en cuando a su diseño y factor de forma. Poco después la marca lanzó una versión Plus que contaba con un mayor tamaño, pantalla y también con más memoria y almacenamiento.
Este, el Bluboo S8+, es el smartphone que ahora analizamos, un dispositivo que simplemente es una variante potenciada de su antecesor y que mantiene un precio contenido de unos 130 euros.
Vídeo análisis Bluboo S8 Plus
Diseño y construcción: buenos acabados, peso excesivo
Empieza a ser recurrente que los móviles chinos cuenten con buenos materiales buen diseño y buenos acabados pero pierdan parte de su encanto al tener un peso demasiado notable.
El Bluboo S8+ es un terminal grande, pero no incómodo en la mano por su tamaño, sino porque su gramaje es excesivo. Esto parcialmente se compensa ya que el centro de gravedad está bien planteado y aunque es alargado no tiende a caerse. En parte es por su estructura de metal, que le da rigidez y solidez.
La parte trasera es de cristal pero tanto esta como la delantera suelen acumular muchas huellas y al menos en el modelo negro se nota, aunque sólo cuando lo ponemos a contraluz.
La estética como hemos comentado es la misma que la de su hermano pequeño, que a su vez se inspiraba en el terminal estrella de Samsung. Dispone de una zona trasera curvada y la pantalla en este caso tiene un cristal 2.5 D en vez de apostar por una pantalla curva como en el caso del móvil coreano.
En la zona inferior sólo tenemos el cargador, en la superior la bandeja para las SIMs y microSD y en los laterales los tres botones normales.
Resumen de características
Potencia y características: un procesador demasiado escaso
La potencia en un móvil económico no suele ser algo a exigir pero mucho nos tememos que un Mediatek 6750, aunque sea la variante T, se queda corto para muchas tareas. Da la impresión de que el móvil a veces tarda en abrir las apps más de la cuenta aunque acabe respondiendo. Y a la hora de jugar también se nota como era de esperar.
Para solventar esto parcialmente la marca ha metido 4 GB de RAM, que se agradece, y duplica la memoria disponible llegando a los 64 GB aunque dada su enorme personalización de software nos quedamos con apenas 52 GB libres para el usuario.
No tenemos conector jack de audio, algo que extraña porque el Galaxy S8 sí que cuenta con él y no parece que en este móvil haya problemas de espacio para ponerlo.
El sonido es algo metálico y en conversación ligeramente bajo, todo dentro de lo esperado en el rango de precios en el que se mueve.
El sensor de huellas está situado en la misma posición que el Bluboo S8 pero en este caso es algo más cómodo, seguramente debido al ligero incremento de tamaño del móvil. Con 5.7 pulgadas se queda algo bajo pero con las 6 de este modelo solo le echamos en falta que no sea algo más grande y algo más rápido.
En la parte positiva está el conector de carga, que es USB Tipo C, algo que se agradece aunque este no sea un terminal en absoluto caro. Incluso Xiaomi sigue manteniendo el microUSB en sus móviles más baratos.
Pantalla: malos ángulos, buen diseño
La pantalla de este modelo es llamativa dado su ratio 18:9 o 2:1. A la hora de usarlo recuerda a modelos como el LG G6 aunque obviamente la calidad del panel está muy lejos de esas propuestas.
Tenemos una pantalla que aumenta de tamaño llegando a las 6 pulgadas pero mantiene su escasa resolución HD+. Esos 1440×720 px nos dan una densidad de puntos por pulgada de apenas 268 aunque para el día a día, teniendo en cuenta dónde se engloba este móvil en relación calidad precio, es aceptable.
Lo que es muy mejorable es que al girarlo ligeramente el tono del color cambie a uno más amarillento. Es algo similar a lo que le pasa al Pixel 2 XL pero no tiene sentido ya que no hablamos de un panel OLED, sino LCD IPS.
Esto al menos se puede corregir dado que tenemos Miravision, el software que permite ajustar aspectos como la saturación o el contraste de la pantalla y también la temperatura de color. No obstante es la mayor pega del móvil.
La usabilidad por otra parte es agradable y la curvatura 2.5 D hace muy cómodo el usar los dedos en los laterales mayores. Y la seguridad en teoría está garantizada frente a impactos y arañazos al implementar un cristal Corning Gorilla Glass 4.
Cámara: de día un gama baja normal, de noche inusable
Este modelo usa un doble sensor en la zona trasera. Uno es el Sony IMX 258 y el otro, de menor resolución, se usa para conseguir más detalle, al menos en teoría.. Son 16 Mpx y 3 Mpx respectivamente pero a la hora de la verdad esa doble configuración no sirve de mucho.
Camara
La cámara delantera es de 8 Mpx y ahora incorpora un sistema de reconocimiento de edad similar al que tiene Xiaomi.
Ambas permiten capturar imágenes con detección de sonrisas y disponen de modos con embellecimiento digital, que además es configurable. También tiene un modo llamado Facecute que imita a Snapchat pero que tracking de nuestro rostro no es especialmente bueno y al final es mejor no usarlo.
Autonomía: del todo insuficiente
Se ha ampliado ligeramente el tamaño de la batería, con 3600 mAh. Aún así sigue siendo insuficiente. Tarda unas dos horas en llenarse por completo.
En la primera prueba de carga hemos estado usándolo en exteriores e interiores. Hemos escuchado podcasts y hemos jugado. Hemos navegado y hablado por teléfono. En total hemos llegado a las 3 horas de pantalla con 21 horas de autonomía.
En la segunda prueba de carga hemos hecho un uso ultra intensivo. Hemos desconectado el móvil con un 100% de carga y nos hemos puesto a jugar a HearthStone bajo wifi hasta que se ha agotado la batería. Hemos llegado a las 4 horas y media de pantalla con 4 horas y media de autonomía.
En la tercera prueba de carga apenas hemos usado el móvil. Hemos estado con la pantalla activa apenas una hora en unas 40 horas totales.
Benchmarks
Hemos realizado prácticamente las mismas pruebas que en el Bluboo S8. En Antutu hemos logrado 43625 puntos, en Geekbench 4 vamos a los 619/2646 puntos.
En Vellamo con un núcleo, 1117, dando en multicore 1862 y en 3D Mark, usando Slingshot, 371 puntos.
Interfaz y apps: 360 OS como fork de Android
Este es el segundo modelo que probamos con 360 OS, una variante de Android fuertemente modificada pero que es coherente consigo misma. Hemos de tener cuidado con la gestión de permisos para que todo funcione bien, pero es estable.
Se diferencia de Android 7.0, la versión en la que se basa en todo, desde la estética de los iconos a los ajustes y las aplicaciones que tiene preinstaladas.
No podemos crear un cajón de aplicaciones y tendremos que meter las aplicaciones que no usamos en carpetas. Una de ellas se llama Congelador y permite bloquear algunas aplicaciones que no usamos, para que no ocupen recursos en segundo plano. No obstante podemos desactivarla si no la vamos a usar.
Pero de nuevo lo peor son aplicaciones preinstaladas como UCBrowser que ya tuvo problemas con Google por incumplir las normas del Play Store, motivo por el que estuvo un tiempo fuera de la tienda.
Además hemos tenido cierre forzosos con algunas aplicaciones que no funcionaban bien como Astro, un cliente de correo que si bien estaba en fase beta no nos ha dado problemas en otros móviles.
Conclusión: buen gama baja si valoramos el diseño
Estamos ante un terminal que al igual que la versión que no es Plus puede servir para los que buscan un dispositivo barato pero con mucha memoria y con buen diseño y acabados.
Desde luego no es un móvil para los que gustan de hacer fotos o requieran potencia para juegos.
Se echa en falta que Bluboo mantenga un diseño adecuado como este, por mucho que sea una copia de los Galaxy S8, y aumente la batería, apostando de paso por procesadores más actuales, así como por una mejor pantalla. Esto subiría el coste, pero aún así puede que compensara.
