A lo largo de los años en los que la telefonía móvil se ha convertido en la parte más importante de la electrónica de consumo las empresas han creado diferentes estrategias de acercamiento a los compradores.

El aprovechar los grandes nombres para sacar terminales de gama media es una estrategia que llevan usando los fabricantes mucho tiempo. El problema es que pone presión en la propia marca ya que el terminal debe estar a la altura.

Huawei hace esto con sus dos principales familias desde hace ya varias generaciones, los P y los Mate, y la última del 2018 no es una excepción.

Hoy analizamos el Huawei Mate 20 Lite, un terminal que inaugura la familia Mate 20 Series y que aspira a un tipo de público diferente que el de sus hermanos mayores.

Vídeo análisis Huawei Mate 20 Lite

Diseño y construcción: elegante y sobrio

Este es uno de los móviles que más nos ha recordado al iPhone X desde que el año pasado Apple inauguró una nueva estética, popularizando el notch.

A ello contribuyen dos cosas que vemos por primera vez en un móvil de Huawei. Por un lado, la muesca de la pantalla es mucho mayor que en otras propuestas como el P20 Lite. Esto es, en parte, por la doble cámara delantera. Por otra parte, la barbilla inferior, el marco de la pantalla, es muy reducida y si no nos fijamos atentamente podría parecer que el terminal tiene el marco de los cuatro lados del mismo grosor.

Tanto delante como detrás tenemos cristal y en medio el marco metálico, que es muy cómodo por la curvatura del mismo, y de las esquinas.

Resumen de características

Potencia y características: el nuevo Kirin 710 entra en acción

Huawei ha dado el salto en su gama media de un Kirin 659 a un 710, un procesador que es más potente y hace que el terminal sea más fluido.

En el tiempo que hemos estado usándolo el móvil se ha mostrado fluido pero en algunos momentos la interfaz se ha atrancado, aunque de forma esporádica. Parece que EMUI debe pulirse algo más con este nuevo chip.

Los juegos que solemos correr se han mostrado fluidos aunque han tardado algo más en arrancar que en terminales con procesadores más potentes. Es una de las pocas desventajas de los Kirin frente a otros procesadores.

El sonido de este modelo es el esperado pero la posición del último altavoz no es la mejor y lo hemos tapado en algunas ocasiones a la hora de jugar o ver vídeos.

Pero el mayor problema es la conectividad inalámbrica ya que la conexión Wifi nos ha resultado especialmente lenta en algunas ocasiones. En instalaciones de 600 Mbps teóricos apenas hemos llegado a los 30 y la estabilidad también ha sido escasa. Esperemos que sea algo que se pueda solventar con una actualización de firmware.

Pantalla: grande y cómoda

La gama media nunca ha sido el lugar para hacer experimentos con las pantallas o para presumir de tecnología o resolución. Esta no es una excepción y nos encontramos con un panel de nada menos que 6.3 pulgadas y resolución 2360 x 1080 px, FHD+.

El móvil muestra buenos colores y no hay distorsiones raras a la hora de girar el panel y verlo de lado pero sí es verdad que en algunas ocasiones los reflejos son algo altos. No preocupantes, pero altos.

En el apartado de software vemos cómo Huawei sigue proporcionando decenas de opciones para que cada usuario se cree su propia configuración.

Cámara: 2+2

Al contrario que los Mate 20 y Mate 20 Pro este Mate 20 Lite incorpora cuatro cámaras pero repartidas equitativamente. Hay dos detrás y dos delante.

En ambos casos tenemos un sensor principal, de 24 Mpx delante y de 20 Mpx detrás y uno secundario, de 2 Mpx. Este segundo sensor se usa para calcular la profundidad de los objetos a la hora de efectuar el modo retrato.

Junto a esta función tenemos muchas más integradas en la aplicación de cámara, que incluyen stickers de realidad aumentada, animojis y filtros artísticos que recuerdan a los de la aplicación Prisma.

La calidad de la cámara trasera es bastante buena y responde bien en situaciones de alto contraste. De noche lava algo la imagen y pierde detalle, algo típico de la forma de procesar que tienen los Huawei.

La cámara delantera es mejor en resolución y se nota especialmente cuando la comparamos con las cámaras frontales de móviles de la competencia. También tenemos modo retrato y todo tipo de opciones.

El vídeo, eso sí, no es uno de los fuertes de este modelo dado que no tiene estabilización óptica y es algo que se nota.

Autonomía: por encima de la media

Huawei ha querido cuidar un aspecto clave de su propuesta, la batería. Sus 3750 mAh nos han dado una autonomía muy decente, de más de 6 horas de pantalla con 24 horas de autonomía.

En ese tiempo hemos estado jugando bastante, usando redes sociales y haciendo bastante fotos y vídeos. Incluso hemos hecho alguna llamada.

En otras pruebas hemos obtenido unas cifras similares en hora de pantalla pero algunas menos en horas totales, aunque el uso ha sido mucho más intenso, por ejemplo corriendo aplicaciones de benchmarks para el siguiente apartado.

Benchmarks

Hemos alcanzado una puntuación de 138905 en Antutu, de 1588/5424 en Geekbench y 945/1127 puntos en 3D Mark usando Slingshot.

Interfaz y apps: EMUI algo encasquillado

Analizar un móvil de Huawei implica analizar EMUI. La versión que tiene este móvil es la 8.2, la última antes de que Android 9 Pie llegue con EMUI 9.

Esta versión incorpora las modificaciones propias de la capa gráfica que ya vimos en el Huawei P20 Pro. Mención especial hacemos a los gestos, que tienen mucho sentido dado que el marco inferior es pequeño y la pantalla grande. Esto hace que dejar visto un botón similar al del iPhone no sea un problema.

Eso sí, nos hemos dado cuenta de que en ocasiones la interfaz ha tardado un poco en reaccionar, algo que podéis ver en el vídeo. A esto hay que sumar la abrumadora presencia de apps preinstaladas del sistema y también los accesos directos de juegos para descargar. Sobran.

Conclusión: uno más, pero de los recomendables

No es este un móvil que destaque en el catálogo del fabricante. Tampoco lo pretende. Huawei ha aprovechado la oportunidad para presentar un móvil equilibrado, con potencia, muy buena batería y gran diseño y además lo ha dotado de una gran pantalla.

Todo esto hace que sea un móvil muy relevante a la hora de recomendar smartphones de grandes dimensiones que, ojo, sean muy cómodos en la mano. Esto es clave y tanto el peso como el grosor ayudan. Hay que darle merito en esto a Huawei.

El precio de este modelo, de 399 euros, ha ido bajando semana a semana y ya lo hemos visto por menos de 350 euros. No es el único móvil en su segmento, pero sí es uno de los que merece la pena considerar.

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