LG apostó fuerte este 2016 dentro de su gama de smartphones con Android lanzando su LG G5 además de toda la colección de accesorios «amigos» compatible. Aunque no hemos de olvidar que el G5 no es el único móvil de la compañía situado en lo más alto del catálogo: el LG V10 también reclama su parte de atención. Y bien merecida: después de probarlo en profundidad y de utilizarlo como móvil de diario, podemos afirmar que no tiene nada que envidiarle a su hermano el G5. Bueno, quizá los módulos…
Entremos en materia: aquí tenéis la review a fondo y en vídeo HD del LG V10. Grande, potente, de altas prestaciones, innovador… Es capaz de enfrentarse a todo y salir victorioso. También de la mesa de análisis, como podréis comprobar a renglón seguido.
Grande por fuera. Y también muy bonito
La apariencia de un smartphone es un aspecto subjetivo: cuando a algunos les parece atractiva resulta que a otros les desagrada. Y seguro que el diseño del LG V10 despierta este tipo de opiniones contrarias: líneas y curvas sencillas, cierto estilo heredado de los G4 y G3 y un contraste de materiales que le hace característico. Los bordes laterales en acero inoxidable le dotan de carácter y presencia, mientras que la carcasa trasera en caucho con tacto de silicona ofrece uno de los mejores agarres que se pueden tener en un smartphone; unido a la curva para adaptarse perfectamente a la mano a pesar de ser un móvil enorme. Eso sí: con el tiempo, el acabado se «descama», nos hemos encontrado con esta desagradable experiencia.
Grandes dimensiones y bastante peso (192 gramos): éstos son los principales detalles a tener en cuenta del exterior. Más allá, nos encontramos con la botonera trasera que ya se hizo clásica en los móviles Android de LG (tendencia rota con el LG G5), con un objetivo de la cámara que sobresale bastante del cuerpo implementando un grueso aro de metal y con la salida del altavoz trasero en el contorno inferior del teléfono; que comparte con el conector micro USB (no tipo C), el de auriculares y el segundo micro. En el contorno superior tenemos el sensor de infrarrojos y el primer micro.
El LG V10 se un smartphone diseñado con mimo que, a pesar de ser grande, encaja bien en la mano hasta hacerse más o menos cómodo. Pantalla principal casi sin marcos, acero inoxidable como remate al diseño y énfasis en la resistencia: doble capa de cristal endurecido para el frontal y una carcasa posterior que, aparte de retirarse para cambiar la batería, nano SIM y SD Card, ofrece resistencia extra gracias al material «gomoso». Excelente agarre y protección total contra arañazos.
Potencia y prestaciones: de 10
El LG V10 se queda un poco por debajo en lo que a prestaciones del 2016 se refiere, portando bajo la doble capa de cristal y pareja de pantallas un procesador Qualcomm Snapdragon 808 de seis núcleos con 4 GB de memoria RAM DDR3. Podríamos pensar que se encuentra en inferioridad de condiciones con respecto al LG G5 y competencia, pero no es algo que hayamos notado en nuestro análisis: el V10 vuela. Literalmente. Rápido en todo momento, inmediato en el cambio de aplicaciones, sin lags, capaz de grabar vídeo en 4K, sin que la capa de LG ralentice el smartphone en ningún momento. Y con 32 GB de almacenamiento interno (9,34 GB ocupados por el sistema) que pueden expandirse por SD Card.
La experiencia es excelente: a pesar de haber tenido en las manos a los que serán los vencedores en la gama alta para este año (LG G5, Samsung Galaxy S7, Xiaomi Mi5…), el LG V10 no tiene nada que envidiarles. Más bien al contrario: el móvil que tenemos sobre la mesa de review apuesta por la innovación y por ofrecer prestaciones únicas en el terreno de la captura multimedia.
La pantalla principal del LG V10 es grande: 5,7 pulgadas de diagonal con resolución 2K y un panel propio del fabricante con tecnología Quantum LCD. Se ve muy bien en todas las condiciones, también en exteriores (con algo de dificultad bajo la luz directa del sol), y ofrece un tacto y respuesta excelentes. Con encendido y apagado con doble toque, función que se nos hace indispensable en un smartphone. Sobre todo si es grande.
Pantalla secundaria, la joya de la corona
Es la principal innovación del LG V10 y uno de los motivos discutibles para comprarlo: la pequeña pantalla en la cara delantera del smartphone que se sitúa junto a la pareja de cámaras frontales, también características. Lo primero que cualquiera se pregunta (también nosotros antes de la review) es: ¿resulta tan útil esta pantalla como para justificar la innovación y su inclusión en el hardware? La respuesta es clara: sí.
La pantalla secundaria del LG V10 es capaz de mostrarnos notificaciones, accesos directos a aplicaciones o, incluso, permite que llamemos con un toque a los contactos que seleccionemos. Aunque lo mejor son dos usos: control de reproducción siempre presente (incluso con la pantalla apagada) y multitarea. En este segundo punto es donde realmente se gana el sueldo: podremos movernos entre las últimas aplicaciones con sólo pulsar sobre su icono. Y ya dijimos que la transición entre apps es inmediata…
Uno de los puntos negativos es que la pantalla secundaria del LG V10 queda demasiado arriba, por lo que se inutiliza el uso con una sola mano. Tampoco las opciones de configuración son las que nos gustaría, no pudiendo ni ajustar el brillo (no se ilumina en consonancia, sobre todo con la pantalla principal apagada). Por lo demás, nos encanta: incluso ofrece alguna función extra para las aplicaciones instaladas (veremos la progresión de las descargas, por ejemplo).
Mucho más que un simple smartphone
Tras detallar el funcionamiento de lo más destacado del smartphone, y a falta de mencionar la doble cámara frontal, muchos pensarían que el resto se queda atrás, pero no es así. Todas las conexiones inalámbricas posibles incluyendo la radio FM, sensor de infrarrojos y un sonido de excelente calidad que trae compatibilidad con audio HiFi DAC de 32 bits (algo parecido al módulo B&O del LG G5). Altavoz externo situado en el contorno inferior y con una potencia que recuerda a los HTC One, compatibilidad con tarjetas SD… Y posibilidad de cambiar la batería sin complicaciones gracias a la carcasa de caucho.
Es la sensación que nos da el LG V10 tras las semanas de análisis: es un smartphone que saca pecho sin amilanarse ante nada. Para muestra, aquí tenemos los benchmarks del móvil: toda una bestia.
Batería: sin estar a la altura, pero no es una decepción
Después de tener en el equipo varios LG G3, y tras sufrir el problema en el LG G4, nos esperábamos lo peor en el LG V10 con su batería de 3000 mAh: a todas luces insuficiente para las dimensiones de la pantalla principal, su resolución, el hecho de iluminar una segunda pantalla… Y no os vamos a engañar: la autonomía no es lo mejor de este móvil. Pero…
La primera carga y ciclo completos fueron decisivos: a pesar de la novedad y de la obligación de configurar servicios y aplicaciones, la batería duró más de un día. Esta sensación de optimismo no aflojó tras sacar de paseo el LG V10 por trabajo: en todo momento, incluso con un uso moderado/medio intenso, superó la jornada regresando a casa con más de un 30 %. El gasto no es uniforme porque depende mucho de las aplicaciones en segundo plano (por lo general el consumo es bueno con la pantalla apagada, especialmente en Marshmallow), algo que termina por enturbiar más de una jornada.
El consumo es uno de los elementos menos objetivos ya que cada persona posee su propio uso, aunque encontramos que la gestión de la batería es bastante buena. Y sin que se note perjuicio por tener la pantalla secundaria encendida: su gasto no resulta apreciable.
Un último punto a considerar es la inclusión de la carga rápida con su propio cargador en la caja. Tras agotar por completo la batería, ésta se carga al 100 % en poco más de una hora.
Sin novedad en el software ni en las apps de serie
LG apuesta por mantener su capa personalizada con todas las funciones y apps habituales. Nos parece de las interfaces más atractivas en el caso de las adaptadas por el fabricante, ofreciendo bastantes dosis de personalización y, sin embargo, no demasiados ajustes para la pantalla secundaria.
Aplicación para los infrarrojos, podómetro con control del ejercicio, función de hacer más pequeña la pantalla principal con un gesto para así utilizar el móvil con una mano, doble ventana para usar sus aplicaciones a la vez… El software de serie es muy completo. Y actualmente, al menos en Europa, ya está actualizado a Android Marshmallow 6.0.
Además del software nativo y de su capa personalizada (UX en su versión 4.0), el LG V10 sigue apostando por incluir su propia tienda de apps, la SmartWorld. Lo mejor de ella son los temas y fuentes de letra, sin que ofrezca nada reseñable más allá. Y eso sí: el móvil viene con radio FM, importante detalle para los que aprecian este aspecto multimedia.
Cámara y grabación de vídeo, donde el LG V10 domina con poderío
Los números en cuestión de cámara son impresionantes, sobre todo porque las propias cámaras vienen con buen número: tres. Dos por delante y una por detrás. Dos de 5 megapíxeles por delante con una de ellas capaz de capturar una amplitud de 120 grados (los selfies con ella son un gustazo) y apertura f/2.2 con un sensor de 18 megapíxeles para la parte posterior con la misma apertura del LG G4: f/1.8.
La cámara trasera queda remarcada en el cuerpo con un grueso aro de metal que, como inconveniente, sobresale bastante (recibe el roce al apoyar el LG V10 sobre cualquier superficie). Manejar el móvil para hacer fotos no es complicado a pesar del tamaño, obteniéndose unas instantáneas de altísima calidad. Colores naturales, poco ruido, enfoque veraz con buena iluminación, aceptable cuando desciende… Y con estabilizador de imagen mecánico y modo Steady para imagen y vídeo.
Es en el vídeo donde LG resalta las funciones del V10: su modo manual es una maravilla para aquellos que disfrutan grabando con el smartphone. Ajustes de enfoque durante la grabación, balance de blancos, control de exposición… Y la posibilidad de ajustar la fuente de sonido que, gracias a los tres micrófonos incorporados, se integrará perfectamente, y a placer, en las grabaciones.
La pantalla secundaria ayuda en la captura multimedia: tendremos todos los modos accesibles con un click para así no perder ni un segundo. Modos automáticos, manuales, creativos, creación de vídeos gracias a pequeños clips… Y opción a guardar en RAW para en la toma manual de las fotos. El LG V10 es el móvil perfecto para los fotógrafos.
Aquí tenéis una pequeña muestra de imágenes tomadas con el LG V10. A ver qué os parecen.
 |  |  |  |
Conclusiones y valoraciones finales
Llegó el turno de rematar la review con las valoraciones personales sobre este enorme smartphone. Y es enorme en todas sus dimensiones, valga la redundancia: grande, pesado, con una pantalla generosa, enorme en prestaciones y con la sensación general de tener un smartphone que no se acaba. Bueno, mentira: la batería se termina algo pronto.
Es la tónica de LG, sobre todo en la gama más alta: las propuestas flojean en la batería. Los 3000 mAh del LG V10 se quedan cortos a la hora de exprimir el móvil durante una jornada intensa, teniendo el riesgo de que decaiga antes de llegar a la noche. La gestión de la autonomía ha mejorado con Doze y Marshmallow, pero aún dista de lo deseable.
El procesador, RAM, almacenamiento y capacidades inalámbricas rinden a la perfección (el Snapdragon 808 no es lo último, pero no hay problemas con él). El sonido está a un nivel superior, tanto con auriculares como con su altavoz exterior. Y la cámara… Qué pedazo de cámara, nada que envidiarle a la del LG G5 o Samsung Galaxy S7.
No os arrepentiréis si decidís apostar por su compra: el LG V10 es un smartphone capaz de satisfacer cualquier deseo. Eso sí: hay que recalcar lo de grande, que no es apto para todas las manos…
