Desde hace muchos años Samsung se ha sabido posicionar como la marca de referencia en Android. Y no es eso algo sencillo, teniendo en cuenta que hay mas de mil fabricantes que diseñan decenas de miles de modelos con este sistema operativo.

Pero desde casi su inicio los Galaxy S se han convertido en la punta de lanza de la gama alta de los móviles con este sistema. En el paso del Samsung Galaxy S5 al S6 vimos uno de los mayores cambios en la familia y desde entonces el diseño se ha ido puliendo y refinando hasta llegar a lo que tenemos ahora.

El Samsung Galaxy S10 es la culminación (con permiso del S10 Plus 5G) de una década de innovación y desarrollo que cada vez se ha visto más cuestionada, no por demérito de la empresa sino por el buen hacer de sus rivales.

Pero, si algo me ha enseñado este análisis, es que los móviles de este nivel no pueden ser juzgados sólo por las especificaciones, sino que tienen que ser probados. A fondo.

Vídeo análisis Samsung Galaxy S10 Plus

Diseño y construcción: que muera el notch

Desde que Apple lanzara el iPhone X el notch se ha convertido en una seña de identidad de los teléfonos móviles. Es cierto que todo empezó con el Essential Phone pero no fue ese el terminal que puso la muesca delante de todo el mundo.

Samsung nunca lo vio claro y aunque ahora tiene modelos con este rasgo distintivo siempre ha renegado de él en la gama alta. El año pasado optó por mantener un diseño clásico pero en 2019 se la ha jugado con el recorte en pantalla, un elemento que llama mucho la atención… hasta que dejas de verlo.

En los primeros días me daba la sensación de que era un elemento más molesto que el notch pero lo que me molestaba no era realmente el recorte, sino que estuviera en esa posición. El motivo es que uso el móvil con la mano izquierda y suelo tumbarlo con el lateral izquierdo hacia abajo. De esa forma, en horizontal, siempre me queda el recorte en una zona muy visible.

Más allá de eso, porque como digo llega a volverse casi invisible, el diseño de este móvil es muy bueno. la construcción es muy solida y transmite a la vez una gran sensación en la mano y tiene un peso contenido, algo que es muy loable. A esto ayuda el grosor, muy llamativo por lo bajo, es algo que la gente suele destacar cuando lo coge en la mano.

Los marcos en el frontal están llevados a la mínima expresión, aunque en la parte superior se mantiene el auricular, que también es un segundo altavoz. Esta es una de esas decisiones que le hace ir por detrás de Huawei en innovación pero por delante en experiencia de usuario.

Dado que la pantalla es curva, al igual que la zona trasera, los laterales mayores apenas tienen borde y tienen el grosor necesario para alojar los botones, el de encendido en el lateral derecho y los de volumen y el de Bixby en el izquierdo. En la parte superior solo tenemos la bandeja SIM y en el inferior el jack de auriculares (que se mantiene), el puerto USB y el altavoz principal. Como anécdota, contaré que suelo mover los móviles para comprobar si hay algún tipo de holgura o pieza suelta. El Galaxy S10 Plus tiene una construcción casi perfecta pero la SIM baila ligeramente en su bandeja y aunque no es un problema al usarlo sí que da una mala sensación.

La zona trasera es de cristal y eso hace que las huellas se noten aunque el color negro ayuda algo a disimularlas. Y sí, es resistente al agua.

Resumen de características

Potencia y características: la sensación es única

No podría afirmar a ciencia cierta que este es el móvil mas potente que he probado pero puedo decir que me parece que así es. La sensación a la hora de jugar no la he tenido ni con móviles pensados expresamente para ello. El procesador, la RAM, la GPU, todo se ha diseñado para que la fluidez y la velocidad vayan de la mano y no tengamos problemas de ningún tipo en lo que a rendimiento se refiere.

Bueno, quizás uno. He visto que en ocasiones el terminal se calienta mucho, tanto que a veces llega a molestar. Me ha pasado en exteriores haciendo vídeos y tomando fotos al sol y también en interiores probando juegos con la máxima resolución y con la tasa de refresco a 60 Hz.

Sin llegar a ser un problema, he echado en falta el usar una funda para que la sensación de calor no fuera tan intensa.

La conectividad también esta a un gran nivel, con todo lo esperado salvo con una excepción. Tenemos Wifi de doble banda e incluso Wifi 6 y MIMO, tenemos GPS, NFC e incluso jack de audio y ranura de ampliación de memoria, pero no tenemos emisor de infrarrojos ni radio FM (sólo disponen de él los modelos que se venden en Norteamérica).

Pero hay que hablar del sensor de huellas. Samsung no quiso poner ninguno bajo la pantalla hasta poder optar por la tecnología ultrasónica, al menos en los flagships. Mi experiencia es que la velocidad es algo mayor pero al tener un área de lectura tan pequeña es algo menos eficaz. He optado en muchas ocasiones por el desbloqueo facial, aunque no es tan fiable como en otros modelos.

Pantalla: excelente en calidad

Si hay un elemento que sobresalga del S10 Plus es sin duda su pantalla. El panel de 6.4 pulgadas parece algo menor dado el buen hacer de la empresa en lo que a aprovechamiento del frontal se refiere. También la resolución está a un gran nivel, con 3040 x 1440 px. He de confesar que nada más configurar el móvil lo primero que hice fue establecer esta resolución como predeterminada aunque sabía que en ocasiones eso penalizaría a batería.

Este es uno de los factores diferenciales de los Samsung Galaxy S10 y quería aprovecharlo al máximo.

La experiencia ha sido muy satisfactoria. El rendimiento en exteriores, en interiores, la gestión del brillo máximo, del brillo automático o de la respuesta a los toques ha sido tan buena como esperaba o mejor.

Pero hay pegas. La primera la pongo en el ajuste de la configuración que nos permite encender la pantalla al coger el móvil. Hay que hacer un movimiento muy brusco para que funcione y debería ser más sensible.

La segunda es por los bordes. Son muchos los usuarios que odian las pantallas curvas y seguramente yo uno de los pocos que gusten de ellas. el problema es que en este terminal me he encontrado pulsado sin querer los bordes, algo que no me había pasado en otros terminales con curvaturas similares.

Cámara: versátil y consistente

El año pasado Samsung se quedó algo atrás en la adopción de nuevos formatos de cámara. Podríamos decir que este año ha pasado por algo similar al no incluir ToF pero la realidad es que este es un sensor menor. El Samsung Galaxy S10 Plus cuenta con tres sensores que cubren el espectro de lo razonable en cualquier gama.

El primero es un sensor de 12 Mpx con apertura variable entre f/1.5 y f/2.4, el equivalente a 26mm con un tamaño de sensor de 1/2.55″, y de pixel de 1.4 µm. Tiene Dual Pixel PDAF y estabilizador óptico de imagen.

El segundo es un telefoto con zoom óptico de 12 Mpx y f/2.4, equivalente a 52 mm con 1/3.6″, tamaño de píxel de 1.0 µm, AF y de nuevo OIS.

El tercero es un sensor gran angular de f/2.2, el equivalente a 12 mm con tamaño de píxel de 1.0 µm.

La calidad de las cámaras es bastante buena pero se nota que el sensor principal tiene más detalle que los otros dos, sobre todo que el gran angular. Además, este sensor que abarca más espacio tiene unos tonos más fríos que el angular normal y que el telefoto en ocasiones y más cálidos en otros momentos . El rango dinámico es muy bueno y el comportamiento del HDR hace que las fotos complejas salgan bastante naturales.

El modo retrato no es que sea malo, pero se nota que el recorte podría ser mejor, incluso en situaciones muy sencillas, con un fondo de color diferente al sujeto y con líneas rectas de división entre ambas zonas. De noche el detalle hace que se pierdan matices en las caras, pero no hay un ruido en las imágenes que llegue a molestar.

Cuando las condiciones de luz bajan me ha sorprendido ver cómo el S10 es capaz de mantener una veracidad de color muy alta, sin tirar de saturación o HDR para mostrar más detalle. Es cierto que el contraste sube un poco y hace algo más oscuras las imágenes, pero no es nada dramático.

Aquí tenemos que destacar el buen desempeño del telefoto, que muestra un detalle muy superior al de otros zoom del mismo estilo, que de noche ven penalizada mucho su calidad. Eso sí, tenemos unos tonos algo mas cálidos que en el sensor principal.

En cuanto al vídeo, el Samsung Galaxy S10 es uno de los mejores móviles, no sólo por permitir grabar en 4K a 60 fps sino por tener un modo para Instagram que hace mejores fotos que otros modelos. Además, la estabilización está muy trabajada e incluso de noche vemos cómo la calidad es muy superior a la de otros terminales similares en precio.

La parte frontal tiene dos cámaras, una para hacer fotos con un sensor de 10 Mpx, f/1.9, Dual Pixel PDAF y otra con 8 Mpx, f/2.2 que sirve para tomar mediciones de profundidad y mejorar el modo retrato.

Y no, aunque por la interfaz de la cámara lo parezca, no tenemos un gran angular. Lo que hace Samsung es recortar la imagen normal y mostrarla así al abrir la cámara, para mostrarla entera cuando pulsamos en el icono que sugiere el gran angular.

La calidad no es mala pero se aprecia cierta falta de rango dinámico en los fondos y en ocasiones un uso excesivo del HDR. Eso si, el recorte parece que lo hace mejor que con la trasera.

Sonido: muy impresionado

Uno de los puntos más débiles de los mejores móviles de Samsung ha sido siempre el sonido. En este caso no es así ya que además de incluir un Jack de audio y soporte par cascos por USB C y Bluetooth 5.0 podemos usar los dos altavoces externos que proveen de un sonido más que decente al menos para lo que yo me esperaba.

También cuenta con tecnología Dolby Atmos y auriculares AKG Sound. Sin duda es uno de los móviles de este rango de precio con mejor sonido, sino el mejor.

Autonomía: excelente, con un gran pero

Por primera vez Samsung puede luchar de tú a tú en batería con los mejores de la industria. El Samsung Galaxy S10 usa un amperaje de 4100 mAh y aunque su interfaz no es tan agresiva como las de Xiaomi o Huawei y su pantalla es más exigente, el rendimiento es excelente.

En la primera prueba de batería hemos estado haciendo fotos en exteriores, jugando, usando el móvil para llamar e incluso usando apps exigentes. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 30 horas de autonomía total.

En la segunda prueba de batería hemos estado escuchando música mientras estábamos en la calle, hemos hecho alguna foto y jugado un poco. Hemos llegado a las 6 horas y media de pantalla con 35 horas de autonomía total.

En la tercera prueba de batería hemos estado probando el móvil en exteriores, escuchando música y jugando. Además hemos hablado por teléfono durante cierto tiempo y hemos usado apps sociales. Hemos llegado a las 7 horas de pantalla con 25 horas de autonomía total.

En la cuarta prueba de batería hemos estado usando el móvil siempre bajo cobertura Wifi, sin fotos ni apenas llamadas, sobre todo jugando y usando apps varias. Hemos llegado a las 7 horas de pantalla con 35 horas de autonomía total.

El problema, porque lo hay, no es la autonomía del S10 Plus, sino la velocidad de carga. Este móvil presume de tener carga rápida, carga inalámbrica rápida y carga reversible, y es cierto. La cuestión es que la velocidad de carga está muy por debajo de otros competidores, algo que se nota mucho si lo enfrentamos a los mejores Huawei o los móviles de OnePlus y OPPO. Samsung debe esforzarse por pulir esto como ha pulido el problema de la autonomía.

Benchmarks

Las cifras de rendimiento de este móvil son las que podríamos esperar de un verdadero gama alta. En Antutu hemos llegado a los 325337 puntos, una de las cifras más altas que hemos visto. En Geekbench 4 llegamos a 4193/10199 y en 3D Mark, usando Slingshot, a 4369/4341.

Interfaz y apps: One IU no es una molestia, es una ventaja

Durante mucho tiempo le hemos echado en cara a Samsung que hiciera sus móviles más pesados incluyendo un software que podría ser mejor. Desde hace unos meses eso cambió y si bien aún hay aplicaciones preinstaladas que podríamos dejar de lado en un inicio, al menos la interfaz esta bien pensada.

One UI se usa de forma cómoda a una mano y su estética es muy configurable. Son muchas las opciones que pueden ayudar en el día a día, como el panel lateral de aplicaciones que salen deslizando el dedo por el borde de la pantalla o el modo noche.

También se agradece que nos dejen poner aplicaciones dentro de Game Launcher por si queremos grabar la pantalla usando las mismas.

Otras decisiones no nos gustan tanto, como el panel lateral de Bixby que sustituye al Discover de Android. No es tan útil ni tiene las opciones que personalmente me parecerían relevantes. En el mismo sentido, se agradece que Samsung deje personalizar el botón físico de Bixby pero el no dejar poner un asistente como Alexa o el de Google es una jugada sucia.

Conclusión: un smartphone con mayúsculas

Como decía al inicio, este es un móvil que hay que probar antes de poder valorar. Samsung ha demostrado cómo se hace un gran terminal y si bien hay aspectos que tienen margen de mejora como la velocidad de carga o algunos aspectos de software, debemos decir que es complicado que un usuario que se compre este móvil acabe decepcionado.

Samsung era ya buena en diseño industrial, en la fabricación de pantallas y en cámara. En estos aspectos se mantiene tan bien como hasta ahora. En otros, como la autonomía y rendimiento incluso mejora y sólo en algunos detalles que podríamos considerar menores tiene que cambiar cosas.

Lo que pasa es que un móvil que tiene un precio de venta de más de 1000 euros no es un móvil al que le queramos perdonar muchas cosas. Pese a eso, el Samsung Galaxy S10 es uno de los mejores móviles del momento. Y enamora.

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