Cars: rápidos como el rayo, juego a caballo entre carreras simples y gestión

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Gameloft debe tener un equipo inmenso de desarrolladores de juegos en todo el mundo, porque no para ni un segundo. Si no le bastaba con soltar los últimos Spiderman o el Asphalt Unlimited, además de otros muchos juegos, ahora se alía con Disney para lanzar el juego oficial de la película Cars. Ya sabéis, con Rayo McQueen, Mate, Radiador Springs y todo el elenco de personajes y escenarios, consiguiendo un juego de alta calidad gráfica que, por contra, coloca varios géneros dentro de la coctelera para después agitarla sin obtener un resultado totalmente aceptable. Aunque eso según nuestra opinión, porque no podemos negar que Cars: rápidos como el rayo es un gran juego. Gratuito y cargado de compras, como es habitual.

Cars: rápidos como el rayo, juego a caballo entre carreras simples y gestión

¿Os imagináis a quién manejaréis cuando entréis dentro del juego de Cars? Evidentemente: a Rayo McQueen y compañía. Así, deberéis competir en las diferentes pistas ganando a los participantes, entrando en batallas de velocidad uno a uno con un método tan simple de control que sólo hace falta un botón. Olvidad el freno, acelerador, el volante e, incluso, los trazos sobre la pantalla del último Asphalt Overdrive: Cars sólo acelera. Si mantenéis pulsado correréis el riesgo de saliros en las curvas, debiendo realizar trazos puntuales en la pantalla para sortear obstáculos. Demasiado simple para nuestro gusto. Aunque aderezado con la posibilidad de ir añadiendo distintos elementos a las pistas.

Cars: rápidos como el rayo, juego a caballo entre carreras simples y gestión

Ya decíamos en el título que también era un juego de gestión: en Cars: rápidos como el rayo deberemos gestionar nuestros recursos y construir distintos edificios no sólo para enriquecer las pistas de carreras, también deberéis ampliar el pueblo de Radiador Springs. Distintos edificios que se construirán en base al dinero virtual que tengamos o a las gemas, teniendo cada construcción un tiempo concreto de edificación que podremos evitar canjeando nuestros recursos. ¿Os suena? Sí, todos los juegos móviles se han abonado a esta fórmula. Y, además… a ver si adivináis qué es lo que tendréis limitado. Sí, os lo habéis imaginado: las vidas o posibilidades de carrera. Que en esta ocasión son porciones de combustible.

Cars: rápidos como el rayo, juego a caballo entre carreras simples y gestión

Lo mejor de Cars rápidos como el rayo es la excelente ambientación del juego y el hecho de incluir todos los personajes, personalidades y escenarios originales de las películas. Por lo que, si sois aficionados a Pixar, seguro que tenéis más de un escalofrío entrando en las pistas o viendo cómo los coches recorren Radiador Springs (en el pueblo no los podréis controlar, siendo posible sólo atender sus solicitudes). Más allá de aquí, este juego de Cars para Android se hace bastante igual a otros juegos móviles, ejerciéndose demasiada presión por efectuar las pertinentes compras. Aunque bien es cierto que se puede jugar sin gastar nada. No demasiado seguido, claro; pero sí lo suficiente.

Cars: rápidos como el rayo entretiene durante un rato. Sus carreras son demasiado simples (que no fáciles, ojo), encontrando que el apartado gestión y construcción entra con calzador dentro del juego para estimular a que el usuario se gaste la pasta. Más allá de aquí, es un título recomendable para todos los públicos. Aunque os tendréis que asegurar de ajustar la clave de la Google Play Store en el caso de que se lo dejéis a los niños. Eso sí: Gameloft lo avisa bien claro al principio.

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