Las Google Apps filtradas pueden suponer un peligro para el móvil

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Estos días hemos asistido a la filtración de algunas aplicaciones relacionadas con las Google Apps de Android.

Por un lado, se ha filtrado la nueva versión de la tienda de aplicaciones, que llega a la versión 3.9.16 y que incluye, entre otras características, la posibilidad de eliminar programas de la lista de apps instaladas, característica que algunos considerábamos necesaria desde hace ya bastante tiempo.

Por otro lado, y quizás más importante, se ha filtrado la versión 4.2 de Gmail, que será la incluida de serie en el próximo Nexus, y que incluye la posibilidad de archivar mensajes con un simple gesto, así como la capacidad de realizar zoom por pinzamiento.

En el caso de la tienda de Google, la instalación se realiza sobre la versión que tuviéramos instalada anteriormente, lo que garantiza la procedencia de la nueva versión, puesto que el sistema, como parte del proceso de instalación, comprueba que la nueva versión haya sido firmada con el mismo certificado que la original.

En el caso de la actualización de Gmail, por contra, la instalación debe realizarse manualmente, o a través del recovery, e incluye el borrado de la versión anterior, lo que es indicativo de que ambas aplicaciones no han sido firmadas con el mismo certificado, lo que podría llegar a ser peligroso, ya que no podemos garantizar que proceda directamente de Google.

Las Google Apps filtradas pueden suponer un peligro para el móvil

Como nunca nos cansamos de indicaros, la instalación de aplicaciones, sobretodo cuando esas aplicaciones tienen acceso a Internet, debe realizarse únicamente cuando conocemos la fuente de las mismas, ya que pueden suponer un peligro real para nuestros datos.

En este caso concreto, y dado que no ha aparecido ningún comunicado de Google sobre el tema, lo más probable es que la aplicación sea legítima y no suponga mayor problema aunque, como norma general, no deberíamos instalar este tipo de aplicaciones que, por otro lado, acabaremos consiguiendo de forma oficial más pronto que tarde.

No se trata de ser paranoico, sino de tener claro que nuestros dispositivos están cargados de información sensible y que debemos minimizar el número de puertas que dejamos abiertas.

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