Samsung ha ido subiendo poco a poco el precio de sus diferentes familias de móviles y a cambio ha ido mejorando las prestaciones de los mismos hasta tal punto que su familia Galaxy A ha llegado a convertirse en una alternativa a los Galaxy S en algunos aspectos.

Hoy vamos a analizar el Samsung Galaxy A8 2018, la versión de tamaño más contenido de los dos que se presentaron hace pocos meses y que han bajado ligeramente de precio desde su anuncio.

Durante algo más de una semana hemos estado probando este modelo y nos hemos ido de viaje con el, hemos visto películas, escuchado música y jugado bastante. Y sí, también hemos hecho alguna llamada de teléfono.

Vídeo análisis Samsung Galaxy A8 2018

Diseño y construcción: compacto y cómodo pero con marcos notorios

Por primera vez en la familia A Samsung ha querido apostar por un frontal en el que no aparecen botones, ni físicos ni hápticos. Para ello han diseñado un terminal con un marco de metal y dos piezas de cristal que cierran y sellan el cuerpo. Esto es importante dado que el A8 2018 herede la protección al agua de sus antecesores.

El tamaño del móvil es perfecto y aunque tiene una pantalla grande el ratio 18:9 hace que sea alargado y cómodo de agarrar a una mano y aunque la zona de las notificaciones queda lejos hay opciones en el software para usarlo a una mano.

No es un móvil especialmente fino y delgado pero su grosor y su peso no llegan a suponer un problema y gracias a la posición del altavoz podemos usarlo a una mano o cogerlo en horizontal para jugar y en ningún momento lo taparemos.

Resumen de características

Potencia y características: demasiado corto

Samsung suele usar sus procesadores en muchas de sus gamas y esta esa una de esas ocasiones. El Exynos 7885 es un chip que sobre el papel ofrece un rendimiento adecuado pero que a la hora de la verdad nos ha parecido que se queda corto.

En el día a día hemos podido usar aplicaciones y juegos exigentes de forma correcta pero en determinadas ocasiones hemos contemplado cierto lag y falta de respuesta del sistema. La memoria RAM de 4 GB no nos ha dado problemas pero el almacenamiento se puede llegar a quedar algo corto.

También hemos comprobado cómo en demasiadas ocasiones Inbox se nos ha cerrado impidiendo su uso. Sólo ha pasado con esta aplicación pero nos ha obligado a usar Gmail a veces, algo que no nos parece de recibo.

Más allá de la potencia bruta hemos podido hacer uso del NFC para hacer pagos móviles y confirmar las compras con el sensor de huellas, que se localiza bajo la cámara, en el sitio en el que también lo tiene el Galaxy S8.

Además de eso contamos con Wifi dual band, algo que se agradece muchísimo cuando uno se acostumbra. La diferencia de velocidad entre la red de 5 GHz y la de 2.4 GHz es clave, sobre todo cuando apostamos por un terminal de alto coste.

Hay dos detalles que agradecerán los usuarios más aficionados a la radio y es que este móvil tiene chip de recepción FM y cuenta con un puerto de auriculares estándar de 3.5 mm.

Pantalla: una de las mejores

El panel de este móvil es uno de los puntos más positivos en lo que a visualización se refiere. La excelente tecnología AMOLED de Samsung hace que los colores vibren y que no tengamos problemas ni con los ángulos de visión ni con la luz en exteriores. En esta ocasión tenemos una diagonal de 5.6 pulgadas con resolución 2220 x 1080 px que tiene la nueva proporción 2:1 o 18:9.

Podemos configurar infinidad de opciones, desde el filtro de luz azul al modo de pantalla, por si no nos gustan los colores tan saturados. Además Samsung permite eliminar el cajón de aplicaciones aunque por defecto lo usa, lo contrario que hacen otras marcas como Huawei.

Si queremos tenemos un modo sencillo, ideal para personas mayores o con problemas de visión, o para niños.

Pero la estrella en este apartado es el Active Display programable. La opción de poder tener las notificaciones y algunos widgets incluso con la pantalla apagada es útil y ahora podemos configurar las horas a las que eso sea así. Por ejemplo, nosotros hemos dicho que de doce de la noche a siete de la mañana no muestre nada en pantalla dado que supone un ahorro de batería, aunque sea pequeño.

No obstante este apartado no está exento de problemas dado que en demasiadas ocasiones hemos visto como una pulsación no ha sido seguida de una inmediata respuesta de la pantalla. No sabemos si es problema del panel o del software pero es algo que se debería solventar.

Cámara: la mejor cámara frontal

Samsung ha querido dotar a este modelo de una excelente cámara delantera que no obstante no llega al nivel de los Galaxy S. Esto es así especialmente por la carencia de estabilizador óptico.

El sensor es de 16 Mpx y tiene una apertura de f/1.7. La calidad de las imágenes de día es muy buena y sólo vemos algunos inconvenientes a la hora de fotografiar escenas donde el rango dinámico es crítico, como algunas fotos urbanas con un cielo algo quemado.

De noche la calidad baja aunque la apertura sea baja y vemos cómo las imágenes quedan lavadas y sobre todo con una temperatura de color que no es real. Como se aprecia tanto en el vídeo como en la galería a la que podéis acceder aquí debajo las tomas de noche son más cálidas de lo debido.

Pero la estrella en el apartado fotográfico es la doble cámara delantera, que implementa un sensor de 16 Mpx y otro de 8 Mpx. El primero es el convencional y el segundo tiene un mayor angular para facilitar la fotografía de grupos.

Los dos pueden funcionar de manera conjunta para hacer selfies con bokeh en un modo retrato que imita de lo que son capaces móviles como el Note 8 o el OnePlus 5 con su cámara trasera.

La calidad es realmente elevada y podemos decir que es el mejor móvil para selfies que hemos analizar hasta el momento. Eso sí, el tono de la piel no llega a ser el más veraz y da una sensación extraña en algunas tomas.

Autonomía: buena sin llegar a impresionar

En todo momento hemos hecho las pruebas con la configuración por defecto y es que hay varios modos de ahorro de energía por si necesitamos un empujón extra.

En la primera prueba de autonomía hemos estado escuchando podcasts, hemos hecho alguna fotografía, usado Bixby Vision y jugado a HearthStone y otras propuestas. El uso ha sido tanto en exteriores como en interiores. Hemos llegado a las 5 horas y media de pantalla con 15 horas de autonomía total.

En la segunda prueba de autonomía hemos estado más tiempo bajo cobertura Wifi pero hemos jugado menos. También hemos escuchado más podcasts, lo que repercute en las horas de pantalla. Hemos obtenido 30 horas de autonomía con 3 horas de pantalla activa.

Autonomía

En la tercera prueba de autonomía hemos estado usando el móvil sobre todo en exteriores, con llamadas, fotografías, grabación de videos, uso de redes sociales… Hemos obtenido 24 horas de autonomía con algo menos de 3 horas de pantalla activa.

En la cuarta prueba de autonomía ha sido casi totalmente en exteriores, con escucha de podcasts, alguna llamada y apps sociales. Hemos obtenido 16 horas de autonomía con 4 horas y media de pantalla activa.

Benchmarks

El procesador de este smartphone no es especialmente potente aunque las cifras son más altas de lo que hubiéramos esperado. Obtenemos 103886 puntos en Antutu, 753 en 3D Mark con Slingshot y 1521 y 4137 en Geekbench 4.

Interfaz y apps: Infinitas posibilidades, casi literalmente

Interfaz y apps: Infinitas posibilidades, casi literalmente

El software de este dispositivo se basa en Android 7.1 Nougat aunque por encima tenemos Samsung Experience, la capa gráfica que antes conocíamos como Touchwiz y que tiene tantas opciones que nos hemos visto casi sobrepasados.

Entre ellas destacan algunas como la posibilidad de cambiar la salida de audio del auricular al móvil en las notificaciones con dos toques, el poder elegir si queremos que la barra de botones de control se esconda o no o la posición de los mismos. También podemos hacer que los controles físicos de volumen respondan al control multimedia en vez de al control de llamada, algo que Android hará de serie a partir de Android P.

En la multitarea tenemos la posibilidad de usar la pantalla dividida, algo propio de Android, pero también de usar ventanas flotantes, un añadido antiguo de Samsung que sigue vigente y nos permite no tener que esperar a Oreo para usar el Picture in Picture.

Mención especial merece Bixby y es que el asistente de Samsung está presente tanto en el apartado lateral de nuestros escritorios como en la cámara.

En el primer caso tenemos acceso a nuestra agenda, noticias, estados de Facebook si le damos acceso a nuestra cuenta y más funciones. Puede ser útil y no llega a molestar.

A lo que no le hemos terminado de sacar partido es a Bixby Vision, un servicio de reconocimiento de imágenes que permite o bien buscar fotos similares en la web o bien productos para comprar. En ningún caso ha funcionado como esperaríamos de un sistema avanzado salvo cuando hacemos una foto a un producto muy concreto, dándonos enlaces a tiendas donde podemos adquirirlos.

A falta de probar Google Lens vemos que Bixby Vision aún está algo verde, pero su implementación, al igual que el otro apartado de Bixby no molesta.

Aplicaciones preinstaladas tenemos bastantes, como las de Microsoft o el sistema de seguridad implementado en los ajustes que esta potenciado por McAfee. Como es lógico también tenemos toda la suite de posibilidades de Samsung, con Cloud, la carpeta segura, la posibilidad de duplicar las aplicaciones…

Lo que no nos ha gustado en absoluto es el desbloqueo facial que tiene el terminal que a no ser que activemos la opción menos segura es lento y falla lo suficiente como para quitarlo tras unas pocas horas de uso.

La verdad es que pocas veces nos sentimos abrumados con las opciones de un móvil pero este sin duda es uno de esos casos.

Samsung Galaxy A8 2018: análisis del móvil perfecto para selfies

Conclusión: genial para selfies, caro en conjunto

Pocas veces un smartphone nos ha dejado sensaciones tan encontradas. El Galaxy A8 tiene un precio bastante alto y como sustituto de un Galaxy S podría entenderse. A su favor juegan aspectos como el diseño o los materiales, la calidad de la cámara con buena luz y la resistencia al agua.

Y sin duda el apartado fotográfico en lo que a selfies se refiere es el mejor que hemos visto hasta el momento en este rango de precios.

El problema es que la fluidez del terminal, la calidad de las fotos cuando falta la luz y otros aspectos menores hacen que recomendarlo sin que baje de precio sea algo complicado.

No hay nada que no se pueda arreglar mediante una actualización de software y Samsung debería tomarse muy en serio eso dado que a medida que el terminal ronde los 350 euros se irá convirtiendo en un dispositivo muy apetecible.

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