Cada año Samsung trae una propuesta al mercado llamada a ser la referencia en la gama alta de los consumidores no profesionales ya que para estos últimos está la familia Note.

En los últimos años los Galaxy S han mejorado mucho en diseño, materiales y prestaciones pero se mantenían similares a la idea original, con una pantalla con marcos algo grandes y un botón frontal que llegó a ser icónico.

Por primera vez el Samsung Galaxy S8, y el S8 Plus que es el que analizamos, prescinde de este elemento y gracias a ello la pantalla se convierte en el protagonista de un móvil de más de 6 pulgadas de pantalla que pese a eso es aceptablemente cómodo de llevar y de usar. Para ello mueve algunos elementos como el sensor de huellas y no apuesta por la doble cámara que tan común se ha vuelto.

Además ahora ha bajado de precio y podemos conseguirlo por bastante menos de los 909 euros que costó en su lanzamiento.

Vídeo análisis Samsung Galaxy S8 Plus

Hemos estado usando, y disfrutando, de este terminal en numerosas situaciones:

Diseño y construcción: ese sensor de huellas

Una de las mejores bazas de los últimos Galaxy S es su diseño pero esto en el Galaxy S8 se ha llevado a un nuevo nivel. La empresa coreana ha decidido romper su clásica línea estética eliminando los botones físicos, tanto el de Inicio como los dos hápticos que han sido seña de identidad.

Samsung Galaxy S8 Plus: análisis del móvil Android más elegante

Además los marcos se han reducido muchísimo en los cuatro lados de la pantalla y la curvatura de las esquinas de la misma hace que tengamos una sensación de inmersión que sólo habíamos visto en el Xiaomi Mi MIX.

La parte trasera muestra la cámara, con un único sensor, el flash LED con el enfoque láser y el sensor de huellas, que se sitúa en una zona muy incómoda. Aunque tengo las manos grandes y estoy acostumbrado a usar terminales incluso con mayores diagonales que este, la posición del mismo es un inconveniente e incluso me he planteado no usarlo como método de identificación. Creemos que debería estar bajo la cámara, mucho más a mano, nunca mejor dicho.

Samsung Galaxy S8 Plus: análisis del móvil Android más elegante

Es cómodo de coger y la doble curvatura delantera y trasera es un acierto aunque nos hubiera gustado que los botones de encendido y de Bixby estuvieran intercambiados ya que la posición de este último es mucho más cómoda pero lo usamos menos.

En cuanto a la construcción no podemos quejarnos ni de los materiales ni del peso o el diseño pese a que se mantiene la resistencia al agua IP68 de este modelo.

Resumen de características

Potencia y características: ninguna pega

Aunque hemos empezado a ver móviles con más memoria RAM y almacenamiento que este S8 Plus que analizamos e incluso algunos procesadores que presumen de más núcleos o frecuencia de reloj no podemos más que estar encantados con la experiencia obtenida en el Samsung Galaxy S8.

El procesador propio junto con los 4 GB de RAM hacen que la parte lúdica quede del todo cubierta. Propuestas como HearthStone o Asphalt Xtreme se disfrutan perfectamente en un dispositivo como este, algo a lo que ayuda la pantalla.

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En aplicaciones de productividad también notamos que no hay problemas, aunque abramos dos a la vez con la opción de pantalla partida que nos trae Android 7.0. Hemos tenido algún cierre forzoso puntual de alguna aplicación y un juego nunca llegó a arrancar pero más nos parece un pequeño problema de incompatibilidad con la resolución o el procesador que un impedimento real.

Un terminal como este no podía carecer de NFC o Bluetooth 5.0 aunque los más clásicos quizás echen en falta la radio FM o el sensor de infrarrojos. Incluso la resistencia al agua es un valor que se agradece.

El sensor de huellas es uno de los elementos clave como ya hemos comentado y aunque es eficaz, la posición hace que no destaque. Hemos probado a activar la identificación por iris y si bien es precisa y funciona no es tan rápida y en la práctica casi que preferimos usar el PIN tradicional o el patrón de desbloqueo. Samsung debería pulir esto en sus próximos móviles.

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Otra de las novedades es un cuarto botón físico en los laterales dedicado a la asistente de Samsung, Bixby. Aunque puede resultar útil en ocasiones creemos que algo tan notorio como un botón debería estar dedicado a algo más polivalente, al menos hasta que Bixby desarrolle todo su potencial.

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Pantalla: la más espectacular del mercado

Samsung es un fabricante que destaca en muchos aspectos y uno de ellos es este. El Samsung Galaxy S8 es un terminal excelente pero si tuviéramos que elegir una prestación para destacar sería sin duda la pantalla.

El primer motivo es el diseño y es que con la doble curvatura lateral es muy cómoda de utilizar y los marcos se han reducido tanto que prácticamente todo el panel frontal es pantalla.

Por otra parte tenemos una elevadísima resolución de 2.960×1.440 px que hace que utilizar cualquier aplicación en cualquier situación sea muy diferente a usarlo en otros terminales. Este modelo no tiene la misma densidad píxeles que su hermano pequeño ya que las diagonal es mayor (6.2″) y se mantiene la solución pero aún así es increíble.

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Las opciones de software son muchas, desde cambiar el color de la barra de navegación, que ahora está dentro de la pantalla al prescindir Samsung de los botones físicos, hasta el comportamiento del botón Home que es la única parte que tiene el panel sensible a la presión. También podemos cambiar la posición de los botones de multitarea y devolver en función de nuestros gustos o la temperatura de color y el modo de pantalla.

La única pega que le he encontrado ha sido a la hora de leer texto si este ocupaba todo el ancho de la pantalla ya que como es normal existe una deformación en los extremos por la doble curvatura. Durante los días en los que he usado este móvil esto solo me ha pasado una vez pero es algo que importa a algunos compradores.

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Cámara: sin doble sensor pero con mucha calidad

El año pasado Samsung fue seguramente la ganadora en el apartado fotográfico y en este ocasión no ha querido arriesgar esa posición y ha apostado por mejorar lo existente.

Es uno de los pocos terminales de gama alta que no apuesta por la doble cámara trasera y a cambio nos ofrece un sensor de excepcional calidad y resultados rápidos y fiables.

Lo hemos empezado a poner a prueba de día, con fotografías nítidas, con colores reales, sin saturar en exceso y un rango dinámico envidiable. Sólo enfrentada a situaciones imposibles tipo túnel ha sufrido un poco, pero si ese es el mayor problema de la cámara, y lo es, bienvenido sea.

El HDR también ayuda y las fotografías de ciudad o en las que salen personas quedan genial. En este apartado tenemos un modo de desenfoque selectivo que si bien no es nuevo cobra relevancia ante el auge de los móviles con modo retrato. El efecto es parecido pero mucho más sutil, aunque para una ocasión aislada podría valer.

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En este apartado podemos mencionar Bixby Visión, una función del asistente inteligente que detecta elementos y lugares. Con los primeros no funciona tan bien como con los segundos pero quizás si el reconocimiento mejora en un futuro pueda llegar a ser interesante.

Nos hemos llevado el Samsung Galaxy S8 a pasear de noche y la calidad de las fotografías es increíble. El vídeo también se porta bien incluso en situaciones complicadas. Lo único mejorable, por decir algo, es la previsualización, que hace que parezca que las fotografías no van a quedar muy bien, cuando en realidad sí que es así.

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La cámara delantera es otra de las sorpresas y se nota que Samsung ha puesto empeño en mejorar este apartado aunque sea una función que muchos consideren secundaria. Hacer selfies de noche sin flash es una opción real y si bien el detalle no es el mismo que de día pero tampoco aparece el molesto ruido. Además los filtros con máscaras son divertidos e incentivan el uso de esta cámara.

Podéis descargar multitud de fotografías realizadas con ambas cámaras en este enlace (ZIP 202 MB).

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Autonomía: la esperada, para bien

En la primera prueba de autonomía hemos estado probando el terminal en interiores, leyendo y jugando a HearthStone pero también haciendo los test de benchmarks, así como actualizando el sistema. En exteriores lo hemos usado aunque menos y con poco brillo al ser de noche. Hemos llegado a las 4 horas y media de pantalla con 17 horas totales de autonomía.

En la segunda prueba de autonomía hemos estado haciendo uso del móvil exclusivamente bajo Wifi, jugando bastante, probando aplicaciones y procesando fotos, además de grabando algunos vídeos de las aplicaciones usadas. Hemos llegado a las 6 horas y media de pantalla con 17 horas totales de autonomía.

En la tercera prueba de autonomía hemos salido a hacer fotos de noche, y vídeos. Además hemos usado Google Maps y llamado en un par de ocasiones. también hemos instalado y probado numerosas aplicaciones. Hemos llegado a las 3 horas de pantalla con 24 horas totales de autonomía.

Benchmarks

El procesador de este modelo nos da muy buenas cifras como era de esperar. En Geekbench 4 tenemos 1996 y 6683 puntos y en Antutu con 149697. En 3D Mark, usando Slingshot, llegamos a los 2148 y en Quadrant llegamos a los 40710. En Vellamo nos hemos obtenido puntuación alguna ya que no nos aparecía disponible en el Google Play Store.

Interfaz y apps: personalizando al máximo

Interfaz y apps: personalizando al máximo

Como era de esperar Samsung sigue personalizando sus terminales con TouchWiz, su interfaz gráfica que en este caso corre sobre Android 7.0. Aunque no es la última versión de Android no nos parece un problema que no se haya actualizado a Android 7.1.1 y estamos seguros de que será uno de los primeros móviles en obtener Android 8.0.

Una de las principales diferencias está en los escritorios, que ahora nos permite ocultar el botón donde están las aplicaciones y lo sustituye por un gesto, similar al que tenemos en el Pixel Launcher, aunque podemos cambiar este comportamiento y dejarlo como en modelos anteriores. En el escritorio tenemos un apartado dedicado exclusivamente a Bixby, que se puede lanzar desde el botón físico.

Interfaz y apps: personalizando al máximo

En los ajustes también vemos muchos cambios como la central de mantenimiento que gestiona el comportamiento de la memoria interna, de la memoria RAM e incluso de la batería. Nos da la sensación de que Samsung cada vez se parece más en la personalización de su interfaz de Android a marcas como Xiaomi o Huawei, que se alejan de la estética Material Design.

Se echa en falta que no se haya utilizado la pulsación simple en el botón home sensible a la presión para realizar alguna acción, del mismo modo que una pulsación larga activa Google Now On Tap.

Pese a todo no tenemos ninguna queja con respecto al rendimiento o la estética, que se puede cambiar mediante los temas.

Interfaz y apps: personalizando al máximo

Conclusión: una apuesta segura

Aunque la competencia cada vez es mayor está claro que Samsung acertó hace dos años cuando cambió radicalmente su concepto de gama alta con el Galaxy S6 Edge. Dos años después esta idea ha evolucionado mezclando conceptos de varios modelos y el S8 Plus es, por ahora, el culmen.

El diseño de este dispositivo llama a la atención tanto por lo esperado, materiales y sensaciones, como por las innovaciones, donde sobre todo destaca la pantalla.

La autonomía, la calidad fotográfica o la potencia también son sobresalientes y aunque no brillan tanto como el panel en el que lo disfrutamos todo no hay nada que echarle en cara el fabricante coreano en estos apartados.

Pero no todo es perfecto y la verdad es que hay un punto claramente mejorable como es la ubicación del sensor de huellas que entendemos que puede deberse a un cambio de diseño de última hora pero que hubiera sido fácilmente solucionable posicionando el mismo entre el sensor de la cámara y el logotipo trasero.

Aún así no podemos menos que recomendar este terminal para aquellos que quieran un móvil comprado en nuestro país y que ofrezca la máxima experiencia en Android que se puede conseguir actualmente.

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