La telefonía móvil, como tantos otros sectores, no es ajeno a los ciclos de cambio y a las modas, en muchos aspectos. Este año hemos visto cómo las tres cámaras se han popularizado en los móviles de gama más alta, con algún modelo incluso apostando por las cuatro en su zona trasera.

El primero en abrir la veda fue el Huawei P20 Pro, un terminal que ha colocado a Huawei en la primera línea en múltiples áreas.

El sucesor de este modelo en este mismo año es el Huawei Mate 20 Pro, uno de los cuatro integrantes (Mate 20, Mate 20 Pro, Mate 20 X y Mate 20 RS) de esta nueva familia que la empresa presentó en Londres.

Este es el modelo que hemos podido probar durante una semana en todos los escenarios posibles para comprobar si los puntos clave de este modelo están a la altura de lo esperado.

Y vamos a ir adelantando las conclusiones: es un móvil extraordinariamente completo ¿Perfecto? No, pero ya tiene poco margen de mejora, y eso es muy bueno.

Vídeo análisis Huawei Mate 20 Pro

Diseño y construcción: cómodo, elegante y llamativo

El Huawei Mate 20 Pro se ha puesto a la venta en varios colores, siendo uno de los más llamativos el color Twilight que ya estrenó el P20 Pro. Sin embargo, en esta ocasión tenemos unos tonos más oscuros y un degradado que acaba en negro en la parte inferior. El toque de color mas llamativo lo pone el botón de encendido que en este caso es rojo.

No se puede decir que este sea un móvil convencional y todo el mundo que lo ha visto en este tiempo nos ha comentado lo bonito que le parecía. Está claro que Huawei ha acertado de nuevo en la gama cromática.

No es este un móvil pequeño y sus 6.39 pulgadas de pantalla se notan tanto a la hora de usarlo como a la de llevarlo encima. Si ya el P20 Pro era un móvil que notábamos en el bolsillo, el Mate 20 Pro destaca aún más. No llega a ser un problema el ponerlo ahí y no pide un bolso o una bandolera, pero sí que nos hace entender que no es un móvil que se aconsejable para los amantes de los móviles de tamaño contenido.

La ergonomía está, pese a todo, muy conseguida, algo que debemos agradecer en parte a la doble curvatura del cristal trasero. También delante vemos que el cristal está curvado, al igual que la pantalla, haciendo que la estética sea simétrica en ambas caras.

Delante destaca el notch, que minimiza el área disponible para las notificaciones, aunque no la anula como pasa en los Xiaomi. En la parte inferior vemos un marco algo más grueso que en los laterales, pero es mucho más pequeño que en modelos previos de la compañía dado que ahora el sensor de huellas está en la pantalla y no en dicho marco. No, no hay simetría, pero realmente esta está sobrevalorada.

En la zona trasera lo más llamativo es la nueva cámara en forma de matriz, que incluye los tres nuevos sensores y el flash LED. Abajo vemos el logo de la marca, así como la serigrafía propia de los smartphones pero queda disimulado por el gradiente de color.

Ambas caras de cristal están unidas por un marco metálico en el que encontramos los dos botones de volumen juntos y el de encendido, todos en la zona derecha. No suenan y no tienen ningún tipo de textura.

En la zona superior tenemos el sensor de infrarrojos, algo que cada vez menos móviles incorporan pero que agradecemos que Huawei no elimine. Sí que se ha prescindido del jack de audio y en la parte inferior sólo tenemos la bandeja para la tarjeta de memoria y la SIM y el puerto USB C que además es el altavoz principal.

Resumen de características

Potencia y conectividad: estrenando procesador

En la IFA de 2018 Huawei presento el Kirin 980, un chip que era la evolución del 970 que la posiciono como el primer fabricante en crear un procesador con NPU (unidad de procesamiento neuronal). Estamos ante un modelo que usa dos NPU lo que le permite realizar tareas mucho más complejas como veremos en el apartado de cámara.

En cuanto a la potencia no podemos hablar del rendimiento sin recordar que Huawei ha desarrollado un modo de alto rendimiento pensado para juegos que usa toda la potencia brutal del procesador, a costa de calentar más el móvil y de gastar más batería. Es algo que se ve en el apartado de benchmarks, que cambian de forma radical en algunos casos.

Pero en el día a día la experiencia usando el móvil es muy correcta y no hemos tenido problemas de caída de fotogramas en los juegos, ni aplicaciones que tarden mucho en abrir ni tampoco cierres forzosos.

Pese a eso hemos visto que EMUI 9 en alguna ocasión sí que ha tardado algo más en reaccionar de lo que debería, algo que si bien no se ha mostrado con la misma intensidad que en el Huawei Mate 20 Lite, podría estar causado por lo mismo, un procesador nuevo que aún tiene que pulir su relación con el software en algunos aspectos.

La memoria RAM de la unidad que nos han cedido es de 6 GB y es la apropiada. 4 GB ya son pocos para un móvil de este precio y aunque siempre es mejor tener más entendemos que, por ahora, los 8 GB no son una obligación.

Lo mismo pasa con la memoria interna, de 128 GB (12 de los cuales los ocupa el sistema y las apps preinstaladas). Es más que suficiente y aunque podemos ampliarlo mediante tarjetas de memoria vemos que hay una sorpresa. La familia Mate 20 es la primera que estrena una nueva tarjeta de almacenamiento, las nanoSD, que permite usar una de las dos ranuras SIM que tiene el Mate 20 para aumentar la memoria. La parte negativa es que por ahora sólo sirven en este modelo.

En el Huawei P20 la empresa ya decidió prescindir del conector de audio y este Mate 20 Pro no es una excepción. Tampoco hay radio FM, aunque era algo que ya dábamos por descontado. Sí que se mantiene el chip NFC con el que podremos realizar pagos o sincronizar la transferencia de archivos con otros móviles.

La conectividad Wifi se mantiene en la doble banda pero no hemos llegado a obtener las extraordinarias cifras del Huawei P20 Pro que en una red de 600 Mbps nos ha dado hasta 450 Mbps en la red de 5 GHz. El Mate 20 Pro no es especialmente lento pero tampoco destaca tanto como su antecesor.

También hemos tenido un contratiempo con el bluetooth y es que nos ha sido imposible emparejarlo con un modelo antiguo de Parrot en el coche que siempre usamos para estas pruebas. Es llamativo dado que el P20 Pro se conectó a la primera, al igual que el resto de móviles que hemos analizado.

Una de las novedades en el apartado de conectividad es la del GPS Dual, un sistema de doble frecuencia que hace que el móvil tenga una mayor velocidad de posicionamiento y que sea más rápido al entrar en cobertura.

Pero una de las mayores innovaciones en el apartado de hardware, cámaras aparte, es posiblemente el sistema de desbloqueo facial en 3D que funciona igual que el de móviles como el iPhone X o el Xiaomi Mi 8. Esto significa que es mucho más rápido que otros pero sobre todo que es mucho más eficaz con baja luz.

La otra gran mejora está bajo la pantalla. El Huawei Mate 20 Pro es el primer smartphone que se venderá a nivel mundial y contará con sensor de huellas en la pantalla. La velocidad es mucho mayor que la que teníamos en el Huawei Mate RS Porsche Design y aunque el desbloqueo facial es más rápido hemos usado bastante este elemento. Eso sí, nos gustaría ver una mayor superficie de contacto en próximos móviles ya que en algunas ocasiones es difícil acertar a la primera.

También se mantiene la resistencia al agua, en esta ocasión con la certificación IP68, que nos permite sumergir el terminal hasta dos metros durante 30 minutos.

Una pantalla con curvas, cómoda y con alta resolución

Si dijéramos que este es el primer móvil de Huawei en apostar por una resolución QHD o superior nos equivocaríamos, pero es cierto que es el primero de los llamados a ser muy vendidos.

La empresa quiere competir de tú a tú con móviles que no sólo tienen paneles de calidad, sino que llevan los limites de la nitidez a unos estándares superiores a los que tenía Huawei. Nunca más.

El Huawei Mate 20 Pro tiene una pantalla de 6.39 pulgadas curvada en los bordes con una resolución de 3120×1440 px. La tecnología OLED usada hace que los colores sean más vistosos e intensos pero también que muestre unos ligeros tonos verdosos cuando inclinamos el panel. Es algo muy sutil que hemos tenido que buscar expresamente para el análisis, pero existen.

La curvatura es en sí misma una de las características más llamativas del móvil, no muchos dispositivos pueden usar pantallas curvadas, pero a muchos usuarios esto les plantea un problema cuando el texto ocupa esa zona y se deforma o cuando queremos teclear para escribir y el cristal no es plano. En nuestro caso hemos de reconocer que la escritura se ha visto ligeramente afectada, sin llegar a ser un problema pero si alguien ya ha tenido esa sensación antes, aquí también la tendrá.

En los ajustes tenemos múltiples opciones para personalizar el comportamiento de la pantalla, desde activar el Tono natural que imita el comportamiento del papel ante la luz ambiente hasta la temperatura de color. También podemos activar el modo lectura e incluso modificar si queremos ver o no el notch, mediante la opción que Huawei ya incluía en otros modelos anteriores.

Por suerte Huawei mantiene un ajuste bastante importante, el de Resolución Inteligente, que hace que podamos cambiar la resolución entre HD+, FHD+ y QHD+ o bien dejar al sistema que use la que más conveniente sea en cada momento. Eso sí, si queremos ver un vídeo en la máxima calidad posible deberemos forzar la resolución en estos ajustes y luego abrir la aplicación.

Se mantiene el doble apartado para configurar por una parte el aspecto técnico del panel y por otra la personalización, como los temas o la pantalla ambiente, que nos muestra la batería y la hora, pero no las notificaciones.

En exteriores el brillo del panel es uno de los más altos que hemos visto y no hay reflejos molestos ni pérdidas de color si giramos la pantalla. Huawei no ha usado la mejor pantalla del mercado pero ha dado un salto considerable en este apartado.

El mayor acierto es el cambio de cámara

La tendencia de usar más de una cámara es algo que hemos visto a lo largo de los últimos años pero fue Huawei la primera en implementar un triple sensor en el P20 Pro.

Una de las pegas que se le puso a ese modelo en el apartado fotográfico es que uno de los sensores seguía siendo el monocromo, muy efectivo para tomar imágenes en blanco y negro pero a la hora de la verdad se usaba poco.

En esta ocasión la marca ha rectificado y ha cambiado ese elemento por un sensor con gran angular, con resolución de 20 Mpx y apertura f/2.2, equivalente a 16 mm, con un tamaño de sensor de 1/2.7″ y enfoque dual por láser y detección de fase.

Los otros dos sensores son los mismos que tenía el Huawei P20 Pro. El principal es uno con resolución de 40 Mpx y apertura f/1.8, el equivalente a 27 mm, con un tamaño de sensor de 1/1.7″ y enfoque dual por láser y detección de fase.

El tercero es el telefoto, que nos ofrece un zoom óptico de 3 aumentos en un sensor de 8 Mpx y apertura f/2.4 (equivalente a 80 mm). Aquí tenemos el mismo sistema de enfoque.

El recorte del modo retrato, sobre todo cuando usamos este sensor, es muy bueno y el detalle es espectacular, pero se echa en falta un desenfoque, un bokeh, algo más natural. Es seguramente una de las pocas pegas que se le ponga al apartado fotográfico.

Las cámaras disponen de estabilización óptica y es algo que se nota y que se agradece.

La calidad de las tomas es excepcional pero el resultado en algunas ocasiones nos da la sensación de no estar a la altura del Huawei P20 Pro, seguramente porque el software no está tan pulido. Incluso de noche el resultado es muy bueno, aunque no usemos el espectacular modo noche que permite una estabilización de 5 segundos con inteligencia artificial.

Pero, sobre todo, se ha mejorado algo en lo que el Huawei P20 Pro ya ganaba: la versatilidad de la cámara.

Este es el primer móvil que nos permite realizar una toma de forma convencional, con una gran apertura gracias al gran angular o con zoom de manera agresiva, tanto en el óptico 3x como en el híbrido 5x. Y por si eso fuera poco Huawei ha implementado un modo macro que salta automáticamente con la lente de zoom si nos acercamos mucho a un elemento y hemos activado la predicción de escenas con inteligencia artificial.

Se ha vuelto excepcionalmente difícil el buscar una situación para la que este modelo no tenga respuesta y eso es genial.

El vídeo también ha sufrido mejoras gracias a la inteligencia artificial y ahora podremos aplicar filtros de desenfoque o de blanco y negro selectivo mientras grabamos, con resultados a veces espectaculares y a veces simplemente correctos.

Se mantiene la posibilidad de grabar en cámara ultra lenta a 960 fps pero no aumenta la resolución en este modo, y nos quedamos en HD.

La cámara delantera es el punto flaco en este apartado y es que si bien tiene una buena resolución, con 24 Mpx (f 2.0 y equivalente a 26 mm), el rango dinámico no es todo lo bueno que esperábamos y en ocasiones, en situaciones especialmente difíciles, vemos zonas quemadas, sobre todo en baja luz.

También se puede mejorar la aplicación de cámara, que tiene una cantidad abrumadora de opciones y a la que le faltan algunas, como la posibilidad de escanear elementos para convertirlos en protagonista de la realidad aumentada.

En los días en los que hemos probado este terminal nos ha dado la sensación de ser un móvil que lo tenía todo, como nos pasó hace más de una década con el Nokia N95. Pensando de forma realista nos hemos dado cuenta que el punto clave a mejorar es la cámara delantera. Un mejor sensor y la inclusión de un gran angular en una segunda cámara bordarían este terminal. Quizás es la idea para el Huawei P30 Pro.

Sonido: decisiones innovadoras pero erróneas

Este es posiblemente el apartado que menos nos ha gustado del Mate 20 Pro.

Se ha optado por usar un sistema doble de altavoces pero, al contrario que en móviles como los Pixel 3 o el Sony Xperia XZ3, no tenemos dos igual de potentes, sino uno principal, en la zona inferior, y otro secundario en el notch.

Pero eso es lo esperado. La sorpresa ha venido cuando vemos que el altavoz principal emite el sonido por el puerto USB C, manteniendo la simetría en la zona inferior pero a costa de un problema nuevo.

Cuando conectamos el cable de carga es raro que estemos usando el móvil con un vídeo o con el manos libres pero de emitir sonido notaremos una bajada del volumen bastante notoria. Es cierto que es una situación extremadamente puntual pero los usuarios que vean series, películas, vídeos en Youtube o jueguen mientras cargan el móvil notarán esto. No se deja de escuchar lo que estemos reproduciendo y normalmente estaremos en un entorno cerrado si estamos cargando el móvil, pero se nota.

Pasa algo similar al usarlo sin cargar pero en horizontal ya que es demasiado fácil tapar el conector USB con la palma de la mano y con ello tapar el altavoz.

Una autonomía entre las mejores

Huawei ha aumentado la apuesta del P20 Pro en este Mate 20 Pro en varios sentidos: tamaño, velocidad y formas.

En primer lugar, la batería crece hasta los 4200 mAh, la más grande de los móviles convencionales de la gama alta. Por otro lado la velocidad de carga aumenta con SuperCharge 2.0 y podemos tener el móvil al 100% en una hora, algo muy notorio. Y si no necesitamos llenar la batería podemos tener un 70% en 30 minutos. Por último hemos de destacar la presencia de carga inalámbrica, no sólo para cargar el Mate 20 Pro, sino también para cargar otros móviles al poder usar este terminal como base de carga.

En la primera prueba de autonomía hemos estado usando la cámara de forma intensiva, hemos jugado mucho a Honkai Impact Third y hemos estado usando apps sociales, así como llamadas y uso de aplicaciones del sistema. Podríamos decir que ha sido un uso estándar. Hemos llegado a las 5 horas de pantalla con 36 horas totales de autonomía.

En la segunda prueba de batería hemos hecho un uso mas intenso pero con aplicaciones menos exigentes. Hemos estado jugando, pero también hemos escuchado música, hemos usado apps como Instagram o Twitter y hemos hablado por teléfono. Hemos superado las 7 horas de pantalla con 24 horas totales de autonomía.

En la tercera prueba de batería el uso ha sido más de redes sociales y de fotografía, no habiendo jugado tanto Hemos rozado las 6 horas de pantalla con 40 horas totales de autonomía.

Benchmarks

Por primera vez en el blog hemos decidido realizar una prueba doble de benchmarks dado que Huawei ha implementado un modo de alto rendimiento que ofrece más potencia a costa de una menor autonomía.

En el modo normal hemos llegado a los 223932 puntos en Antutu y a 3295/9678 en Geekbench 4. Con 3D Mark, usando Slingshot, hemos alcanzado los 3548/4047.

En el modo de alto rendimiento hemos llegado a los 301586 puntos en Antutu y a 3364/9992 en Geekbench 4. Con 3D Mark, usando de nuevo Slingshot, hemos alcanzado los 4186/4157.

Como podéis ver es sobre todo en Antutu donde vemos esta mejora. En el día a día serán aplicaciones muy exigentes donde veremos un cambio en el rendimiento pero hay que pensar mucho si merece la pena el sacrificio que supone en batería.

Llega EMUI 9 sobre Android 9 Pie

Como ha hecho desde hace unos años, Huawei ha aprovechado la presentación de su Mate de turno para estrenar versión de EMUI e implementación de la última versión de Android. En esta ocasión hablamos de Android 9 Pie sobre la que corre EMUI 9.

Sobre la nueva versión del sistema, decir que Huawei ha integrado las nuevas funciones, como Balance digital, una forma de control del tiempo que pasamos usando el móvil. Podemos ver qué apps son las que más usamos, cuántas veces las hemos desbloqueado y mucho más.

En cuanto a EMUI, se mantienen opciones interesantes como la posibilidad de ocultar el notch o muesca, y se mejoran otras como los gestos, que ahora funcionan igual que los Xiaomi, incluyendo los fallos. Esto lo decimos sobre todo porque al intentar abrir un menú lateral con un gesto es posible que activemos la acción de volver, que se hace desde el lateral.

Se incluye un modo oscuro, activable en la gestión de batería, que hace que la interfaz se muestre con fondos negros, lo que ahorraría batería.

Se mantiene la posibilidad de usar el modo escritorio por cable USB C a HDMI, pero también podemos hacerlo de manera inalámbrica, con dispositivos compatibles con la tecnología Miracast.

También pasa que, a veces, hacemos el gesto de multitarea (deslizar de abajo a arriba pero manteniendo la pulsación al final) y si no lo hacemos el suficiente tiempo activa el ir al inicio (deslizar en la misma dirección sin mantener la pulsación).

Huawei ha presumido de reducir las opciones y ajustes de EMUI pero el pasar de 940 a 843 no nos parece suficiente. Habría que limpiar a fondo el sistema, algo que quizás se plantee para EMUI 10.

Sigue habiendo aplicaciones preinstaladas como Facebook, ebay o Booking pero al menos se pueden desinstalar de forma sencilla. No pasa lo mismo con las aplicaciones del sistema como Espejo, el gestor de archivos o el del sistema.

En líneas generales EMUI aporta más que molesta pero creemos que este es el aspecto en el que más puede mejorar este móvil, simplemente con un cambio fuerte de su capa gráfica, que por ejemplo sigue dando algunos problemas con las notificaciones o la gestión de conexión bluetooth con dispositivos.

Conclusión: quizás el mejor móvil de 2018

La impresión que dejo a la industria y a los consumidores el Huawei P20 Pro ha sido el impulso que necesitaba Huawei para arriesgar más y llevar esta sensación a la gama Mate. Y lo ha logrado.

El Huawei Mate 20 Pro es un terminal que no decepciona, que ofrece unas prestaciones de primera categoría en cualquier apartado y que, aunque tiene sus pros y sus contras, sera un terminal que encantara a todo tipo de usuarios.

Lo mas destacable de este móvil es su diseño y su rendimiento, sin olvidar un desempeño fotográfico que desde nuestro punto de vista lo sitúan como el mejor en este apartado, no tanto por la calidad final de las imágenes como por la versatilidad que ofrecen sus cámaras. También la batería es un aspecto notorio, tanto en aguante como en velocidad de carga y esto es cada vez más relevante.

En la parte menos positiva está la interfaz. EMUI 9 no ha supuesto un gran salto con respecto a EMUI 8 y la estética sigue siendo recargada. No molesta pero hay un gran margen de mejora en este sentido. También es aconsejable que en el sucesor de este modelo Huawei opte por implementar unos altavoces frontales mínimos como el Sony Xperia XZ3 o al menos retomar lo que hacía en los modelos previos a este.

¿Merece la pena comprar este móvil? Más allá del precio, de 1049 euros en España, está claro que sí. Hay móviles que cuestan más y no ofrecen lo mismo.

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