Aunque no lo parezca, Huawei es una empresa que lleva relativamente poco tiempo haciendo móviles. A España llegó hace menos de una década y en ese tiempo ha pasado de hacer móviles para operadoras y otras empresas a ser un rival que preocupa a Apple y a Samsung en los países en los que los tres están operando.

El motivo ha sido la creciente apuesta de la firma por terminales de cada vez más alta gama. Es ahí donde está el dinero, no en los móviles mas baratos, aunque eso se tenga que mantener porque el gran publico esta ahí y es el que luego quiere dar el salto a mejores smartphones.

La compañía china lleva varios años haciéndolo especialmente bien en la gama más cara de smartphones pero fue el año pasado, con el Huawei P20 Pro, cuando el salto de categoría se consolidó y empezó a ser una alternativa real a los Galaxy S o iPhone de turno.

A finales de 2018 la compañía perfeccionó esa apuesta con el Huawei Mate 20 Pro y en 2019 tienen la difícil tarea de demostrar que han sido capaces de superarse. El encargado de ello es el Huawei P30 Pro, un terminal que promete revolucionar la fotografía ¿Lo habrá logrado?

Vídeo análisis Huawei P30 Pro

Un móvil grande, con un diseño conservador pero pulido

La construcción de los móviles ha mejorado mucho en los últimos años pero estamos llegando a unos niveles en los que es difícil diferenciarse. Este Huawei P30 Pro hereda parcialmente lo visto en el P20 y se parece tanto a este como al Mate 20, con su parte delantera y trasera esta curvada en los laterales mayores.

Una de las principales diferencias es que el marco superior y el inferior están cortados en forma de bisel, de manera que es posible apoyarlos en una superficie plana, al menos en teoría. En la practica es más sencillo ponerlo sobre el bisel superior. Dicho bisel no es muy llamativo visualmente pero a la hora de agarrarlo a una mano se nota, si bien con funda no molesta.

En la parte superior sólo está el micrófono de cancelación de ruido y el sensor de infrarrojos. En la inferior tenemos el conector USB C, la bandeja con dos ranuras (para dos SIM o una SIM y una nanoSD de Huawei) y el altavoz, que tiene su propia rejilla como en el P20 Pro y no copia la idea de usar el conector de carga como auricular del Mate 20 Pro.

En el lateral derecho no tenemos nada, ni botones, ni perforaciones ni sensores. En el derecho si que tenemos dos botones, el de encendido y el de volumen, que como siempre se divide en dos.

En la mano es un móvil algo pesado pero sobre todo es ancho. Da la sensación de ser mucho más grande que el Mate 20 Pro cuando simplemente es algo mayor. Esto puede ser un inconveniente para algunas personas y es que su pantalla es especialmente grande, con 6.47 pulgadas totales. Y eso que el trabajo realizado en la pantalla es especialmente bueno reduciendo los marcos.

En la parte frontal esta pantalla es la que domina, ocupando un ratio muy elevado de esta parte gracias al notch en forma de gota de agua, que permite que el recorte del panel sea mínimo. Además el marco superior es menor que en otros modelos ya que no tiene auricular. Se usa un sistema de sonido bajo la pantalla. Tampoco hay LED de notificaciones pero esto se solventa, en parte, con la Pantalla Ambiente, que Huawei ha rediseñado para que muestre todas las notificaciones y no sólo las llamadas y SMS como pasaba en modelos previos.

En la parte trasera tenemos un grupo de cámaras principal con tres sensores: un angular, un gran angular y un telefoto con un sistema periscópico. Al lado tenemos dos elementos más, el flash LED con el enfoque láser y el cuarto sensor, un ToF (Time of Flght) que permite medir distancias usando rayos infrarrojos.

Tenemos que hacer una mención especial a los colores. Aunque hay una variante negra, bastante elegante y que se distingue del resto por tener un marco de metal pero con acabado mate, las más espectaculares son las que tienen colores. Hay cinco versiones: Aurora (degradado azul a verde), Ámbar (color anaranjado con toques dorados), Nácar (que es el que estamos probando) y Blanco Perla, que no llegará a Europa. Todas ellas incorporan la resistencia al agua IP68.

Cualquiera de estos colores hace que el Huawei P30 Pro sea reconocible a distancia, algo que es especialmente importante para las marcas cuando hablamos de sus buques insignia.

Resumen de características

Mucha potencia, mucha RAM y suficiente almacenamiento

Desde hace varias generaciones, los terminales de la serie P de Huawei no son los responsables de dar los saltos de potencia, eso queda para los Mate. En esta ocasión también ha sido así y nos encontramos con un móvil que integra el Kirin 980, un procesador que nos encantó en el Mate 20 Pro y que aquí cumple igualmente.

No ha habido ninguna aplicación, circunstancia, juego o situación en la que hayamos necesitado más potencia e incluso hemos podido disfrutar de juegos como Honkai Impact Third en alta resolución a 60 fps. Eso sí, aquí la batería se ha resentido. Donde sí que vemos saltos es en la memoria, con 8 GB de opción única para la RAM y con 256 GB de memoria interna en la unidad que hemos probado.

En el primer caso estamos ante un salto que se agradece pero que no era necesario. Lo mismo que de 4 a 6 GB sí que vimos diferencias, entre 6 y 8 no parece que haya mucha. Pese a eso, siempre mirando al futuro y a las actualizaciones, mientras más RAM, mejor.

La memoria interna también sube y la capacidad mínima es de 128 GB, con opciones de 256 GB y 512 GB. Huawei ademas ha implementado un nuevo sistema de escritura de datos que hace que sea más rápido usar las aplicaciones que escriben o leen información de la memoria. No es algo que se aprecie en usos normales o en el día a día, pero algunos sí que lo valorarán.

El lector de huellas en esta ocasión está bajo la pantalla, siendo este uno de los grandes cambios con respecto al P20 Pro. Y no, no es el mismo lector que el que usa el Mate 20 Pro ya que es sustancialmente más rápido y eficaz a la hora de desbloquear. Hemos llegado a un punto, o casi, en el que el usuario medio no verá diferencia entre usar un sensor en pantalla y uno tradicional, salvo en que el primero ha de ser localizado. Si tuviéramos una superficie de detección mayor lo agradeceríamos.

Pese a eso, como cuando cogemos el móvil la pantalla muestra dónde hemos de poner el dedo, esto no es un drama. Lo que sí que nos hubiera gustado es que la posición del sensor fuera algo más alta, como en el Mate 20 Pro, y no obligara a bajar tanto el pulgar al cogerlo.

En el apartado de conectividad hemos de decir que si bien no tiene una mala recepción de red Wifi, no es el móvil más rápido que hemos probado, si bien está entre ellos. Hemos alcanzado unos 420 Mbps en una red de 600, aunque muy cerca del router ya que de media nos quedábamos en unos 250 Mpbs para subida y bajada.

Tenemos un emisor de infrarrojos, que es el que usa la app integrada para controlar dispositivos como aires acondicionados, televisores y demás aparatos. Eso sí, no hay radio FM, algo que no sorprende pero que tenemos que decir.

Como es lógico, el resto de chips como el de NFC o Bluetooth 5 funcionan de manera correcta, sin causar problemas o destacar sobre sus rivales.

Una gran pantalla, con resolución inesperada

El año pasado Huawei apostó por fabricantes como BOE o LG para las pantallas de sus móviles. Esto hizo que la calidad no fuera tan buena como las de los terminales de Samsung (o los iPhone, que también usan las pantallas coreanas). En esta ocasión la firma parece que ha optado por usar paneles similares a los de 2018.

El P30 Pro tiene una pantalla de 6.47 pulgadas con tecnología OLED, curvada en sus laterales mayores y con una calidad muy elevada. Eso si, llama la atención que sea FullHD+, no 2K. Esta resolución es menor que la vista en el Mate 10 o Mate 20 Pro, pero no creemos que sea un problema. Además, el usar una resolución menor implica que tendremos una mejor autonomía.

A la hora de usar el Huawei P30 Pro vemos que la calidad del panel es muy buena, con una reproducción de color correcta y que podemos modificar gracias a los ajustes de EMUI (no todo van a ser crítica a la interfaz de Huawei). Además, el brillo máximo roza los 600 nits lo que significa que no tendremos problemas en exteriores cuando usemos el terminal a la luz el sol.

No hemos visto que tengamos reflejos molestos o que la nitidez sea baja, pese a estar ronzando los 400 píxeles por pulgada, cuando los rivales pasan fácilmente de los 500.

Eso sí, al tener los laterales curvados vemos cierta variación de color cuando inclinamos el móvil pero no es algo ni nuevo ni extraño. No obstante, los que no gustéis de pantallas curvas lo notaréis.

Dos opciones que podemos dar por descontadas pero que a la hora de la verdad no vemos en todos los móviles son la que nos permiten levantar el móvil para encender la pantalla o hacerlo don una doble pulsación. Las dos son opcionales, como la Pantalla Ambiente.

Esta opción ha sido actualizada justo después del lanzamiento y permite recibir todas las notificaciones en la pantalla cuando no usamos el móvil, sin gastar mucha batería gracias a la tecnología del panel. Además, podemos programar las horas a las que funciona, algo práctico ya que de madrugada podemos hacer que la pantalla esté totalmente en negro.

En cuanto al notch, como era de esperar, Huawei nos permite esconderlo mediante una opción de software, algo que Xiaomi y Samsung no permiten en sus móviles con notch en forma de gota de agua. Es cierto que no es tan molesto como otras variantes de la muesca pero igualmente se agradece la opción. Incluso podemos decir en qué apps lo queremos visible y en cuales no.

El rey de la fotografía móvil

El segundo apartado en el que Huawei ha trabajado a fondo en los P30, además del diseño, es el fotográfico. Este es el primer móvil de la firma con cuatro sensores traseros, que ofrecen una versatilidad nunca vista.

  • Primer sensor: angular de 40 Mpx con apertura f/1.6, 27 mm, tamaño de sensor de 1/1.7″, enfoque PDAF y estabilización óptica.
  • Segundo sensor: gran angular de 20 Mpx con apertura f/2.2, 16 mm, tamaño de sensor de 1/2.7″, enfoque PDAF.
  • Tercer sensor: telefoto de 8 Mpx con apertura f/3.4, 125 mm, tamaño de sensor de 1/4″, enfoque PDAF, zoom 5x óptico y estabilización óptica.
  • Cuarto sensor: Time of Flight (medición de distancias con infrarrojos).

Aunque el primer sensor es el menos llamativo, sera el que más usemos, por eso es tan relevante que Huawei haya cambiado la matriz RGB (Red, Green, Blue) de píxeles azules, rojos y verdes por una RYB (Red, Yellow, Blue) que cambia los píxeles verdes por amarillos. Esto hace que las fotos sean algo mas cálidas lo que en ocasiones hace que sean más veraces pero en otras las aleja de la realidad.

La combinación de todos estos sensores nos permiten usar el zoom en este móvil como en ninguno hasta la fecha. Tenemos cinco opciones.

  • Gran angular (0.6x)
  • Angular (1x)
  • Zoom óptico (5x)
  • Zoom híbrido (10x)
  • Zoom digital (50x)

Si usamos los cuatro primeros la calidad e mantiene alta pero en el último, como es lógico, baja mucho. Pese a eso es más usable de lo que podríamos pensar, como se ve en la imagen superior. Se nota el uso de la inteligencia artificial a la hora de definir elementos y de estabilizar las tomas. Esa IA también se puede seguir usando para identificar escenas y aunque ya no satura tanto las fotos seguimos obteniendo imágenes más irreales pero también más vistosos.

La calidad de las fotografías es más que buena y se nota el empeño de Huawei en mejorar esto. Nos ha parecido que la deformación del gran angular es mayor que en el Mate 20 Pro o que está menos corregida.

En cuanto a los retratos, hemos de reconocer que se nota el uso del ToF para crear desenfoques progresivos pero es verdad que el tener que usar un de los filtros de desenfoque no tiene sentido. Para no hacer esto debemos optar por el modo apertura, que no tiene maquillaje digital.

El modo macro se mantiene en este móvil, permitiendo realizar fotos de elementos a 2.5 cm de distancia, lo que lo convierte en una cámara única en el mundo móvil. Pese a eso, no vemos mejoras con respecto a lo que ya teníamos en el Mate 20 Pro.

Entramos a hablar ahora del vídeo. Hemos hecho muchas pruebas en las que hemos ido saltando entre los diferentes sensores.

De noche la cosa cambia. Hemos hemos grabaciones usando el sensor gran angular y el telefoto y en ambos casos el resultado es mejorable. Esto lo sabemos porque el sensor normal, el de 40 Mpx, graba mejor y se nota que la estabilización ayuda. Sí, el sensor de 8 Mpx, el teleobjetivo, también tiene estabilización óptica pero no es suficiente en situaciones tan extremas, como es lógico.

Pese a eso la estabilización hace un trabajo solvente, tanto el OIS (Optical Image Stabilization) como el AIS (Artificial inteligence Image Stabilization).

En condiciones de poca luz es cuando cobra relevancia el modo noche, que Huawei ha mejorado para alcanzar un ISO de 409 600. Pese a lo llamativo de la cifra la realidad es que no podremos usarlo al máximo si no queremos una imagen quemada. No obstante, con una menor calibración sí que es útil en algunas circunstancias. Este modo noche también esta ahora disponible en vídeo.

Con el sensor principal la grabación es bastante buena, la estabilización también y los efectos que podemos aplicar y que ya vimos en el Mate 20 Pro siguen siendo simpáticos, pero mejorables.

En cuanto a la cámara frontal tenemos que decir que ha mejorado a la hora de hacer fotos de retratos, aplicando el HDR de forma inteligente, lo que se nota sobre todo cuando hacemos fotos a contraluz. Eso sí, no tenemos autofocus, algo que en Huawei han descartado para, según ellos, poder usar un mejor sensor y no aumentar el tamaño del notch. No es una carencia dramática dado que los selfies siempre los hacemos desde el mismo punto.

Esto lo hemos probado en situaciones bastante críticas como autofotos con mucha luz, en sombra, con una zona de fondo muy detallada. El resultado has sido bastante espectacular aunque se nota el toque del HDR. De noche esto también se nota aunque el detalle baja algo, como era de esperar.

El vídeo de la cámara frontal de día está estabilizado electrónicamente y la IA ayuda a no quemar zonas o dejarlas oscuras cuando necesitamos un alto rango dinámico. De noche este vídeo es correcto siempre que no estemos grabando en movimiento dado que la estabilización intenta ayudar pero al final obtenemos una grabación trepidada, lo que por otro lado sucede en todos los móviles.

La aplicación de la cámara ha sufrido algunos cambios. Uno de los positivos es la inclusión de un botón para activar o no la inteligencia artificial, algo que antes se tenía que hacer entrando en los ajustes. Uno de los cambios negativos es que ahora para hacer una foto usando el modo retrato hemos de elegir forzosamente uno de los efectos de desenfoque.

La única forma de evitar esto es optar por usar el modo apertura, que también desenfoca, pero no deja poner efectos de maquillaje digital, algo que gustará a algunos y frustrará a otros.

También hay quienes echan en falta la posibilidad de grabar en resolución 4K a 60 fps, algo que pocos usarán, pero que hay que exigirle a un terminal que lucha por ser el mejor del mercado.

Un sonido correcto, pero lejos de los mejores

Este apartado tiene varias cosas que mencionar. Para empezar, el auricular que se usa para las llamadas está bajo la pantalla y a la hora de usarlo, si bien tiene un volumen aceptable, da la sensación de ser un sonido algo plano en algunas llamadas, como si escucháramos tras una cortina. Entendemos que esto es así dado que el sonido ha de atravesar la pantalla. No es un problema per sé porque en la mayoría de ocasiones se escucha como un móvil normal, pero quizás no es un móvil pensado para hablar mucho por teléfono.

Para minimizar esto el sistema muestra una animación cuando hacemos una llamada para indicar dónde debemos poner la oreja ya que no es justo en el marco superior como en otros móviles.

En cuanto al altavoz, decir que también tiene un sonido potente y no distorsiona ni al máximo volumen pero se pierde la experiencia estéreo que teníamos en el Mate 20 Pro. Aquí no hay un segundo altavoz en la parte superior de la pantalla.

Las opciones de Dolby Atmos permiten poner un tipo de sonido concreto para las películas y otro para la música. Esto se nota, y se agradece que EMUI de estas opciones, pero lo que no nos convence es la opción Inteligente de esta función, porque no siempre acierta con el sistema más apropiado.

Mencionar que en nuestra caja no venía ningún adaptador de USB C a puerto jack 3.5 mm pero hemos podido probarlo usando otro que teníamos. Obviamente este modelo no cuenta con jack de audio como era de esperar.

Digno heredero del Mate 20 Pro en batería

Hablar de la batería del P30 Pro es tener casi un deja vù. Este móvil tiene 4200 mAh, una velocidad de carga de 40W y un sistema de carga inalámbrica de 15W, es decir, tenemos un sistema idéntico al del Mate 20 Pro, algo muy positivo ya que este fue el mejor móvil de gama alta de 2018 en este apartado.

Para llegar a la mitad de la batería necesitamos poco menos de media hora y para llenarla entera una hora, o poco más. Esto depende de si lo tenemos apagado, en modo avión o conectado a la red recibiendo notificaciones pero en cualquier caso la velocidad es muy alta. Según Huawei en 30 minutos tenemos el 70% de la batería cargada y en 60 el 100%.

Hemos estado probando la autonomía de este modelo durante varios días, en circunstancias bastante diferentes, y los resultados han sido tan buenos como esperábamos.

En la primera prueba de carga hemos estado jugando bastante a juegos muy exigentes y usando aplicaciones de redes sociales y mensajería. Hemos llamado por teléfono y trabajado con el terminal. Mayormente su uso ha sido en Wifi. Hemos llegado a las 6 horas de pantalla con 40 horas de batería.

En la segunda prueba de carga hemos hecho un uso mixto entre exteriores e interiores, con juegos, muchas fotos, alguna llamada, apps como Instagram y navegación web. Hemos llegado a las 5 horas y media de pantalla con 34 horas de batería.

En la tercera prueba de carga hemos salido a hacer muchas fotos, vídeos y hemos estado escuchando podcasts durante bastante tiempo. También hemos jugado en interiores, y usado apps de trabajo. Hemos llegado a las 6 horas de pantalla con 30 horas de batería.

En la cuarta prueba de carga hemos hecho fotos y vídeos en exteriores, hemos llamado bastante y jugado bajo cobertura Wifi. Hemos llegado a las 7 horas de pantalla con 35 horas de batería.

Benchmarks

Hemos llegado a los 271184 puntos en Antutu, a los 3946/2699 en 3D Mark usando SlingShot y a 3250/9583 en Geekbench 4. Esto nos demuestra que, en potencia bruta, el Kirin 980 está por encima del Snapdragon 845 pero no alcanza al Snapdragon 855.

EMUI progresa adecuadamente, pero le falta un poco

Huawei sigue sin cambiar EMUI. Esto es posiblemente la única gran crítica que se le puede hacer a la marca a estas alturas. El sistema funciona bien y es fluido, pero la estética necesita una puesta a punto. Es posible que con EMUI 10, que esperamos se presente a lo largo del año, veamos algo, pero por ahora nos conformamos con EMUI 9.1, que mejora algunos aspectos de EMUI 9. Bajo ella corre Android 9 Pie.

Dicho esto, hemos visto que EMUI 9.1 ha pulido ligeramente lo visto en la versión anterior. Incluso nos da la sensación de que Android Q se empieza a asemejar más a esta interfaz que al revés.

La parte positiva de EMUI es la gran cantidad de opciones que tenemos disponibles. Las que hemos mencionado en los apartados de pantalla o sonido son sólo algunas de ellas.

La detección facial está presente pero de forma similar a la implementada en el P20, por software, ya que no hay un sensor ToF delante. También se mantiene el modo oscuro, que sigue en la zona de gestión de batería.

Los gestos de navegación se mantienen y ahora podemos lanzar el asistente de Google pulsando en el botón de encendido un segundo en vez de realizando un gesto desde abajo en uno de los laterales, como en el Mate 20 Pro. Personalmente prefiero el modo antiguo, pero no es algo especialmente importante.

Hay muchas otras opciones que ya estaban en EMUI y se mantienen, como la opción de poner cajón de aplicaciones en vez de dejar todas las aplicaciones en los escritorios, o el modo simple, que cambia la interfaz por una con grandes botones y pocas opciones.

También podemos seguir controlando el uso que hacemos de las apps, con la sección de Balance Digital, similar a la que viene de serie en Android 9.

Conclusión: el mejor móvil que hemos probado

Como era de esperar, Huawei ha echado el resto en este móvil. Tenemos una construcción perfecta, una batería que es la mejor de la gama alta, una cámara que en versatilidad no tiene rival y que en calidad está entre las mejores. La potencia también está fuera de duda y no tenemos fallos o ausencias flagrantes.

¿Hay algún problema en este móvil? Podríamos decir que, importante no. Luego está la opinión de cada uno sobre el tener un acabado de cristal, un móvil que es bastante pesado y muy grande o que cuesta casi 1000 euros.

Por si mismo estos no son fallos, sino características casi, pero puede echar para atrás a muchos compradores. Para ellos ha diseñado Huawei el P30 que esperamos analizar en breve.

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