Normalmente no suelo usar smartwatches. Sí que llevo dispositivos inteligentes en la muñeca, pero son pulseras, más pequeñas aunque con menos funciones.
Sin embargo, cosas de la vida, en lo que va de mes he podido probar dos de los relojes más interesantes que hay ahora en el mercado. El primero fue el Huawei GT Watch 2 que presento la firma junto con los Huawei Mate 30.
El segundo es otro reloj que tenía ganas de probar, el Amazfit GTR del ecosistema de Xiaomi. Eso si, ya aviso que aunque realizan la misma función, la diferencia de precio es sustancial, y eso se explica en detalles como el acabado, algunas funciones y la distribución nacional.
No obstante, para los que quieren tener un reloj inteligente fiable, de precio contenido y de una marca conocida (Amazfit es una firma participada por Xiaomi), el GTR es una de las opciones a considerar, y os cuento por qué.
El Amazfit GTR tiene un diseño sencillo y efectivo
Lo primero que me llamo la atención de este modelo fue el tamaño. La unidad que nos han cedido es la que tiene la corona de 42 mm y he de reconocer que dado mi tamaño la de 47 mm hubiera estado mejor, pero no es eso un problema. A la hora de comprar un Amazfit GTR podemos elegir el tamaño.
La construcción de la esfera es bastante buena, con un color gris oscuro que combina bien tanto con las correas deportivas como con otras más elegantes y serias. Esto es importante dado que podemos cambiarle la correa al reloj de forma sencilla ya que es compatible con correas estándar. Ademas, está disponible con la esfera en rosa palo o en blanco, como podéis ver en el enlace del banner superior.
En dicha esfera tenemos dos botones físicos que, junto con la pantalla táctil, es la forma de interactuar con la interfaz del reloj.
En la parte trasera tenemos el conector de pines pogo para colocar mediante imágenes el cargador, que se enchufa a un puerto USB convencional, y el medidor de pulso cardíaco.
La correa que venía en nuestra unidad era negra, de silicona, aunque hay modelos con otras opciones.
Interfaz y funciones
Como hemos dicho antes, hay dos botones físicos. El superior sirve para encender y apagar la pantalla, algo que podemos hacer también girando la muñeca, pero no tocando el panel táctil. Ademas, si dejamos pulsado el botón aparecerá un menú para reiniciar o apagar el dispositivo.
El botón inferior también activa la pantalla si estaba apagada, pero si estaba encendido abrirá una de las funciones del sistema. Lo bueno es que podemos elegir cual queremos que abra, si las notificaciones, el control de música, etc.
La pantalla táctil tiene cuatro zonas de control:
- Dejamos pulsada la pantalla: cambiamos entre las dos esferas predeterminadas y otra que elijamos en la aplicación. Es absurdo que no podamos guardar algunas más.
- Deslizar de un lado al otro: vemos la actividad física del día y el pulso cardíaco en medición permanente.
- Deslizar de arriba a abajo: abre el control del móvil, con opciones como la linterna, el modo no molestar..
- Deslizar de abajo a arriba: abre la interfaz principal, donde están todas las opciones.
En esa última sección es donde tenemos las opciones de medición de ejercicio usando el GPS integrado, la medición del pulso, el registro de ejercicios, el tiempo, la música, las notificaciones o el temporizador.
En cuanto al ejercicio, tenemos doce modos de medición en función del deporte que vayamos a realizar, y también nos controlara el sueño.
Un fallo de la gestión de notificaciones es que aunque las leamos y descartemos del reloj, no desaparecen del teléfono, y en ocasiones se nos avisa de forma reiterada de un mismo mensaje.
También tenemos el aviso de llamadas, pero al contrario que en el Huawei Watch GT2 de 46 mm, no podemos hablar por el teléfono. A favor del GTR diremos que el modelo de 42 mm del GT2 tampoco tiene esa función.
En teoría este producto tiene NFC aunque al no estar activo el sistema no podemos usarlo para pagar.
Pantalla
La pantalla de este reloj usa un panel OLED con 424 x 424 px de resolución. Sobre el papel es una densidad de puntos por pulgada más que buena, pero la sensación que da es que no siempre se ve bien. La culpa muchas veces es de la esfera del reloj, porque cuando abrimos la interfaz principal vemos que, realmente, la pantalla no es un problema.
Sí que nos gustaría que fuera más rápida a la hora de responder, aunque quizás es algo más propio del hardware del reloj que de la pantalla.
Batería
Uno de los motivos por los que siempre he preferido las pulseras a los relojes es la autonomía. Las primeras suelen tener hasta tres semanas en función del uso pero he visto que los relojes que no tienen Wear OS, como el que nos ocupa, no se comportan mal.
El Amazfit GTR da casi dos semanas de autonomía con la medición de pulso cardíaco siempre activa, algo que gasta bastante energía. Sin ella podríamos rozar las tres semanas.
Tardaremos una hora y media o algo mas en cargarlo por completo si le hemos agotado la batería.
El Amazfit GTR es un reloj inteligente equilibrado
Tras un tiempo usando este aparato como reloj personal me he dado cuenta de que es un dispositivo correcto para el que quiera tener algo más de lo que da una pulsera como la Honor Band 5 o la Xiaomi Mi Smart Band 4.
Podemos salir a correr sin el móvil al tener un GPS integrado, para luego pasar los recorridos a la aplicación. Podemos gestionar los avisos de mensajes y de notificaciones, usarlo como alarma silenciosa e incluso nadar con él.
Eso si, si no vamos a practicar deporte y no le vamos a sacar partido al GPS y la medición del pulso quizás nos compense más una pulsera de cuantificación. Aunque no son tan elegantes, claro. Y costando menos de 130 euros no podemos decir que sea especialmente caro.
