Analizar un dispositivo siempre implica cambiar tus hábitos diarios, de mayor o menos manera. Al menos si, como yo, dejas aparcado tu terminal principal y usas el smartphone a analizar en todo momento.

Esto, cuando pasas de una marca a otra se puede notar, pero cuando de verdad vez las diferencias es cuando pasas de un móvil de más de 6.5 pulgadas a uno que no llega a 6.

Esto es lo que me ha sucedido probando el Samsung Galaxy S10e, posiblemente el mejor móvil pequeño que hay en el mercado y que ahora ha bajado de precio lo suficiente como para que sea una recomendación obligatoria si se cumplen dos exigencias: tamaño contenido y prestaciones de gama alta.

Partiendo de esta base, de la que el comprador objetivo de este modelo es alguien que quiere un smartphone pequeño para los estándares actuales y posicionado claramente en la gama alta del catálogo de un gran fabricante, vamos a ver si merece la pena o no comprarlo.

Vídeo análisis Samsung Galaxy S10e

Diseño y construcción: llamativo y contenido

Como hemos dicho, lo primero que llama la atención es el tamaño del móvil. Cogerlo por primera vez es algo chocante, aunque no algo malo. Esto es así porque empezamos a ver como normal que los móviles más potentes suban fácilmente de las 6.5 pulgadas.

El Samsung Galaxy S10e es un terminal con un panel de buena calidad pero de pequeña diagonal y al tener los marcos contenidos y no tener notch la sensación se acentúa.

La muesca se ha podido quitar porque Samsung ha optado por usar un agujero en pantalla, que con el fondo adecuado pasa desapercibido. Si os soy sincero, ni siquiera jugando, chateando o escribiendo me he dado cuenta de que estaba ahí. Sólo he recordado que la cámara estaba en la esquina superior derecha cuando he empezado a hacer la lista de las cosas que tenía que plasmar en este análisis.

En la parte trasera tenemos el módulo de dos cámaras y el logotipo, sin sensor de huellas. Y no, no es porque esté bajo la pantalla, sino porque está en el lateral, algo que no me gusta, como explicaré luego.

El canto del terminal es de metal coloreado del mismo tono que la zona trasera, que en este caso es de un amarillo extremadamente llamativo, algo que caracteriza a todos los tonos de este modelo.

En la zona derecha tenemos el sensor de huellas, que a su vez es el botón de encendido. También tenemos botones en la zona derecha, el de Bixby y los de volumen. En la parte superior está el micrófono de cancelación de ruido y la bandeja dual SIM o SIM y microSD. Y en la zona inferior tenemos el altavoz principal, el jack de auriculares y el conector de carga y datos USB C.

Resumen de características

Potencia y características: un gama alta con todas las letras

No han sido pocas las veces que Samsung ha usado la nomenclatura de sus terminales de mayor rango para lanzar versiones Lite o Mini. No es este el caso. El Samsung Galaxy S10e no es un modelo clónico de los S10 y S10 Plus pero es un gama alta.

El procesador que usa es el mismo y si bien la RAM y la memoria están recortadas siguen en primer división. En el caso del modelo que hemos analizado son 6 GB en el primer caso y 128 GB en el segundo.

No hemos usado ni un juego, ni una aplicación que nos haya dado lag, que se haya atrancado o dado un cierre forzoso.

El sensor de huellas está en el marco derecho del terminal, lo que hace que sea cómodo desbloquearlo con el pulgar de esta mano… siempre que no seas zurdo o que uses el móvil con la mano izquierda aunque seas diestro, como es mi caso.

He optado por escanear el índice de la mano izquierda y como las tengo grandes es viable desbloquearlo así, pero no muy cómodo. Así pues, acabo optando por el desbloqueo facial o el PIN.

Samsung debería haber puesto el sensor de huellas bajo la pantalla, o dejarlo detrás. Incluso poner dos en los laterales como ha hecho en alguna ocasión Nubia es una mejor opción.

Pantalla: una gran pantalla en un pequeño tamaño

Samsung sigue siendo el fabricante que mejores paneles crea, y como era lógico los usa en su familia más icónica.

No obstante, la sensación que me ha dado la pantalla es que no está a la altura de los S10 y S10 Plus. Este es posiblemente, junto con la autonomía, donde más se note el cambio.

El motivo es que por defecto la temperatura de color de la pantalla es demasiado cálida. Además, me parece que los reflejos son mayores que en los otros modelos, y la resolución es menor, lo que se suple en parte por la menor diagonal.

Ojo, no quiero decir que el S10e tenga una mala pantalla, porque entre los móviles de unos 600 euros es posiblemente de las mejores, pero sí que se nota el cambio pasando de un S10 normal a este. Pero claro, es que hablamos posiblemente del móvil con mejor pantalla del momento, con permiso del OnePlus 7 Pro.

Cámara: Gran calidad, pero echamos en falta el zoom

Por algún motivo Samsung ha decidido que si alguien quiere un móvil de pequeño tamaño no necesita zoom óptico. No, no tiene sentido, y el recortar aquí me parece una mala solución.

Se mantiene el sensor principal de 12 Mpx y el gran angular de 16 Mpx, pero se pierde el tercer sensor de los S10, el zoom óptico 2x. Esto hace que la versatilidad, que es buena, no llegue a la altura no ya de los S10, sino tampoco de los Xiaomi Mi 9 o OnePlus 7 Pro.

En cuanto a la calidad, podemos decir que el S10e es el mejor móvil en fotografía por debajo de las 6 pulgadas, al menos con Android. Sí, está el Google Pixel 3a, pero aunque en algunas tomas gane, no lo hace siempre.

La calidad de las imágenes cuando hay luz es muy buena e incluso en interiores el resultado es bastante llamativo. Eso sí, el sensor gran angular no ofrece tanto detalle como el angular normal.

El HDR que aplica el terminal es bastante más suave que en otros modelos lo que hace que parezca que se pierda algo de detalle en zonas subexpuestas, en las sombras, pero también tenemos fotos mas realistas.

De noche las tomas bajan de calidad cuando usamos el gran angular en zonas como las luces, pero en general mantiene bastante bien el tipo.

El modo retrato también es un aspecto notable, a la altura, o casi, del Pixel 3, lo que no es poco decir. Samsung ha conseguido un buen equilibrio entre desenfoque y apariencia realista.

Por último tenemos que hablar de la cámara frontal. El sensor delantero no está a la altura de las cámaras traseras y esto se ve sobre todo en algunas tomas nocturnas. De día sí que vemos imágenes más aceptables.

Sonido: sorprende por su tamaño

Una de las sorpresas de este móvil ha sido el sonido. Poniendo el volumen al máximo he notado cómo en ocasiones la parte trasera vibraba de la potencia del altavoz principal. Y digo principal porque hay dos.

En la zona superior, junto al auricular, hay otro altavoz, demostrando Samsung que es posible implementar sonido estéreo sin necesidad de poner un notch.

Autonomía: las limitaciones esperadas

En la primera prueba de batería hemos estado usando el móvil poco, al estar mayormente fuera de casa, haciendo fotos, vídeos y hablando por teléfono. Alguna gestión rápida en el mail, redes sociales y poco más. Hemos llegado a las 3 horas de pantalla con 44 horas de autonomía.

En la segunda prueba de batería hemos estado usando el móvil en interiores, jugando mucho y usando Instagram, sin hacer fotos ni vídeos y sin llamar. Hemos llegado a las 4 horas y media de pantalla con 22 horas de autonomía.

En la tercera prueba de batería hemos hecho un uso mixto con fotos y consultas en redes móviles y juegos en interiores. Hemos llegado a las 4 horas y media de pantalla con 24 horas de autonomía.

Se echa en falta la carga inalámbrica, que sí tienen sus hermanos mayores.

Benchmarks

En el modo normal hemos llegado a los 296348 puntos en Antutu y a 4378/9295 en Geekbench 4. Con 3D Mark, usando Slingshot, hemos alcanzado los 3912/3848.

Interfaz y apps: Haciendo más cómodo el uso

Desde hace varios meses Samsung implementa One UI, la interfaz que corre por encima de Android 9 y que ha cambiado por completo la forma en la que usamos estos móviles.

Ahora es más fácil encontrar los ajustes, usar los gestos e incluso personalizar los escritorios, aunque no hay novedades si lo comparamos con otros modelos que usan el mismo software.

Conclusión: ideal para los que buscan un móvil pequeño

El resumen de este análisis es el que esperaba cuando empecé a realizar pruebas. El Samsung Galaxy S10e no es un móvil para mi, porque me gustan los dispositivos de pantallas más grandes y con más opciones de cámara.

Eso no quiere decir que no sea un buen móvil, incluso uno que voy a recomendar, siempre que el precio no sea un problema (aunque ha bajado bastante) y se busque una experiencia de gama alta.

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